Aceptaron el diálogo y se entregaron a las autoridades del INM, para ser llevados a la aduana de “Cerro Gordo”, donde se cuentan ventanillas para la expedición de tarjetas por razones humanitarias
Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS
Tapachula.- Los 200 migrantes que salieron por la mañana en la quinta caravana, apenas lograron caminar unos 16 kilómetros en seis horas hasta la comunidad de Álvaro Obregón.
Este nuevo grupo de personas, se encontró con un fuerte contingente de elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) y con equipos antimotines de la Guardia Nacional (GN), quienes frenaron su avance sobre la carretera costera.
Al grito de “Queremos visas, queremos visas”, era la petición que realizaban los extranjeros, cuando se acercaban al contingente de las fuerzas federales que les pidieron que detuvieran su avance.
Esta caravana de migrantes, estaba conformada en su mayoría por mujeres, niños y hombres solos que aceptaron el diálogo y entregarse a las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), para ser llevados a la aduana de “Cerro Gordo”, donde se cuentan ventanillas para la expedición de tarjetas por razones humanitarias.
Una mujer migrante que fue liberada de la Estación Migratoria Siglo 21 y se unió a esta caravana de extranjeros, les pidió a las autoridades de migración que les resuelvan su situación migratoria, porque no tienen recursos para pagar hoteles y poder comprar alimentos.
Una segunda mujer de Venezuela, indicó que en la Estación Migratoria Siglo 21, no les atendieron, sin embargo, actuaron de manera pacífica y decidieron caminar por la carretera costera en búsqueda de atención.
La delegada del Instituto Nacional de Migración (INM), Paola López Rodas, añadió les dijo que estaba en la mayor disposición, además de llevar camionetas de la institución donde fueron subidos y trasladados al municipio de Huixtla, a la aduana de “Cerro Gordo”.
“Nosotros tenemos una oficina más próxima a 40 minutos que nos serviría para poder hacer el trámite”.
El martes pasado, salió la cuarta caravana de migrantes que tuvo el mismo destino la comunidad de Álvaro Obregón, donde las autoridades federales lograron desintegrarla, subiéndolos a las furgonetas para la misma oficina.
Los extranjeros, solicitaron a las autoridades federales, que el proceso migratorio, no se alargue mucho, sino que se les pueda dar agilidad a sus papeles que les permitan poder desplazarse a la frontera norte para llegar a su destino que es Estados Unidos.
