Al cumplirse dos años de los migrantes fallecidos en el incendio de la Estación Migratoria del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez

Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Tapachula.- El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova acudió a la Estación Migratoria Siglo 21, donde realizaron una acción pública al cumplirse dos años de los migrantes fallecidos en el incendio de la Estación Migratoria del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, en la Frontera Norte con Estados Unidos.

Nuvia Vázquez, colaboradora de este centro de derechos humanos en Tapachula, señaló que como organización se pronuncian en solidaridad con las personas migrantes, por lo que piden justicia y que los responsables paguen.

Las personas hicieron esta acción pacífica, donde colocaron y encendieron veladoras y colocaron hojas de papeles en los barrotes de la estación migratoria, sus paredes con los nombres de las personas que fallecieron en el incendio de la estación migratoria.

Asimismo, se colocaron hojas con fotografías del actual encargado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño Yañez, se busca su renuncia a dos años sin justicia por la muerte de 40 personas en el incendio de la estación migratoria de Ciudad Juárez.

Este grupo leyeron un comunicado de prensa de las familias que les ha dejado secuelas, dolor y tristeza.

Este documento va dirigido a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, al Fiscal de la FGR, al Comisionado Nacional de Migración (INM) y la Comisionada, Yuriria Rodríguez Estrada de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

Agregó el comunicado completó

Nosotras, esposas, hermanas, madres, padres, hijas e hijos de los migrantes fallecidos y sobrevivientes del incendio ocurrido el 27 de marzo del 2023 en la estancia migratoria de Ciudad Juárez nos dirigimos a ustedes, a dos años de lo ocurrido, para compartirles lo que han sido estos dos años sin nuestros seres queridos y las secuelas físicas y neurológicas con las que vivimos.

“Nuestra vida es un antes y un después del incendio. Con todo nuestro corazón deseamos que nadie pase por esta pesadilla, que nadie se levante cada día con la ausencia de su ser querido, muerto en esas condiciones. Que nadie viva sin una extremidad, con recuerdos vagos por inhalar ese humo, con la vida rota.”

“Es muy triste ver a mi hijo cuando sus ojos se le llenan de lágrimas al acordarse de su padre; es un dolor en mi corazón, que no encuentro palabras que decirle. Estos dos años han sido muy tristes sin la presencia de nuestro hijo. Él iba con un propósito, poder darnos una mejor vida. Uno piensa: ¿qué le puede pasar a mi hijo si está con migración? Como madre, es algo que nunca me lo esperaba, pensar que esa noche le pasó eso a mi hijo.”

“Durante estos dos años, después del incendio, mi forma de ser y mi personalidad ya no es como antes, perdí mucha memoria, ya no puedo respirar, ya no puedo descansar más, ya no puedo ver, veo borroso. El causante fue el incendio. Han pasado dos años, pero es como si hubiera sido ayer. El tiempo transcurre, pero el dolor sigue intacto. Nada ha cambiado ni mejorado; el impacto de aquella tragedia persiste. No puedo hablar bien por el humo que inhalé, tuve pérdidas de memoria y quemaduras de tercer grado en mi cuerpo, los doctores pasaron horas tratando de salvar mi brazo izquierdo. Antes era un joven, como todos, tenía muy buena memoria y no tenía ningún tema de salud, hoy todo es diferente.”

“Es desesperante, frustrante no encontrar justicia donde claramente se han vulnerado los derechos de un ser humano, solo nos queda seguir luchando por nuestra familia, y dar gracias a Dios por permitirnos seguir en este mundo y rogar por las almas de los que no pudieron librar el incendio”. “Uno hace todo eso por la familia y por poder salir adelante, por eso tomé la decisión de viajar, pero no sabía lo que me esperaba”.

PIE DE FOTO:

El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova acudió a la Estación Migratoria Siglo 21, donde realizaron una acción pública.

Foto. Sergio García