A pesar de que se cuenta con el servicio de recolección de basura de manera continua, por ello, exigen sanciones para las personas que contaminan las calles

Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Migrantes centroamericanos, mantienen las calles de la colonia San Antonio Cahoacán, llenas de basura. – Foto: Sergio García

Migrantes centroamericanos, mantienen las calles de la colonia San Antonio Cahoacán, llenas de basura, a pesar de que se cuenta con el servicio de recolección de basura de manera continua, por ello, exigen sanciones para las personas que contaminan las calles.
Dora Ortiz Escobar, habitante de esta colonia al sur-poniente, remarcó que su inconformidad es que las unidades de recolección de basura pasan tres veces por semana, lunes, miércoles y viernes, pero se cuenta con malos vecinos que dan casas en renta a los migrantes que no tienen la cultura de esperar los camiones y dejan la basura en las calles.
“Antes, después o a la hora que sea, sacan su basura y la dejan en la esquina, llegan los perros, rompen las bolsas y dejan su tiradero”.
La molestia de los colonos, es que todas las noches queman la basura contaminando el medio ambiente y la salud de los vecinos que son personas de la tercera edad que viven en los alrededores.
Pañales, toallas sanitarias, botes de leche, bolsas de plástico y lo peor es que queman los papeles del baño y despiden una peste y el humo entra, se encierra y afecta “por ejemplo tengo una bronquitis crónica, tengo mi historia clínica y mi tratamiento, además de los vecinos que tienen este padecimiento y cuando empieza el humo sale desesperado porque se complica su salud”.
“Nosotros hemos parado a los malos vecinos y les hemos dicho que sus inquilinos dejan tiradas las bolsas de basura, pero como no viven aquí”.
En este sentido, pidieron a las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Urbano (SEDURBE), ya que se han puesto las quejas y han acudido varias veces, pero ahora no le han dado importancia a pesar de que se tiene el servicio de basura.
Esta colonia, al estar ubicada en la entrada de la ciudad, recibe a cientos de migrantes, porque tiene el albergue «Belén” donde se refugia la población que ingresa de manera irregular a la ciudad en busca de avanzar al norte del país.