El nivel de implicación que ha alcanzado el crimen organizado en estas redes de tráfico de personas donde se vincula con muchos delitos

Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Tapachula.- Activistas en derechos humanos y migrantes varados en la Frontera Sur, les preocupa la política de militarización y la contención de las personas que intentan cruzar México con la intención de llegar a los Estados Unidos.
Enrique Vidal Olascoaga, director general del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova en Tapachula, informó que se tiene que reconocer la gravedad de la violencia generalizada que hay en Chiapas, el nivel de implicación que ha alcanzado el crimen organizado en estas redes de tráfico de personas donde se vincula con muchos delitos.
Y por otro lado, señaló que se debe empezar a cambiar una política migratoria basada en la persecución para que esté centrada en la protección efectiva de las personas, no solamente discursiva, sino pasar a un esquema interinstitucional de atención, protección y garantías de derechos en el marco de la estructura normativa que se tiene en México.
Manifestó que se necesita un enfoque que combata realmente la corrupción y la impunidad que en los últimos 6 años, no se ha logrado combatir dentro del Instituto Nacional de Migración (INM) y que desgraciadamente ya afectó y también ya contaminó a la Guardia Nacional (GN), ya está participando en estos esquemas de corrupción y les daría mucho miedo que las fuerzas armadas estuvieran participando en este tipo de situaciones.
Héctor Martín Méndez Estrada, representante del Colectivo de Defensores de Derechos Humanos en Tapachula, señaló que nadie tiene el contexto real completo, si el vehículo trató de sobrepasar y se confunde con el crimen organizado que ha estado utilizando vehículos donde va gente arriba, desgraciadamente el mismo ejército, Sedena o Guardia nacional deben tener mucha capacitación en el tema.
“La realidad es que tienen que tener mucha capacitación en el tema y sus protocolos tienen que asentarlos perfectamente bien, en este caso hablo de protocolos, ya que, y desgraciadamente es complicado, protocolos en cuanto a usar, pues armas, ¿Cuándo, cómo y porqué y hasta dónde? Entonces son partes donde hay la duda de lo que pueden llamar “militarización”.
El migrante de Venezuela, José, quien se encuentra en Tapachula, reconoció que tienen miedo de hacer la travesía para cruzar México en la ruta migratoria, pero van de la mano de dios y con mucha fe.
“Si, ellos van a estar en el camino (Las corporaciones), hago un llamado que no sea de violencia, porque nosotros no vamos con algún tipo de arma, ni nada, solo vamos a caminar, le hago el llamado a ellos que vamos es que nos apoyen de que nos dejen subir que nos vayan apoyando en el camino en cuestión de vigilancia, pero en si no de plomo, porque no somos así, somos personas y todos somos seres humanos”.
Leobal Vélez Monteoca, migrante del Ecuador, señaló que se enfrentan a muchos riesgos por la desesperación que hay en sus países por la falta de empleo, los obliga a migrar y enfrentarse a los peligros.
“Yo, de aquí me voy legal, si es que me sale la cita de CBP ONE, yo me iré, mientras tanto ilegal no me puedo ir, ni con coyote, ni a pie, respeto a las personas que se van a ir de aquí, trato de buscar todas las medidas legales, prefiero salvaguardar mi vida, si no sale el documento legal me regresare a mi país, sino sale a mi país, tal vez podría intentar después si salga otra oportunidad”.

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Activistas en derechos humanos y migrantes varados en la Frontera Sur, les preocupa la política de militarización y la contención de las personas que intentan cruzar México.
Foto: Sergio García