Custodiada por corporaciones policiacas y de socorro, sin el diálogo y documentos por parte del gobierno mexicano
Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS
Tapachula.- El “Viacrucis” migrante conformado por unas 5,000 personas retomó su tránsito por la carretera costera en un asfalto de cemento ardiente por las altas temperaturas, custodiado por corporaciones policiacas y de socorro, sin el diálogo y documentos por parte del gobierno mexicano.
La madrugada de este martes, salieron de Huehuetán y caminaron unos 25 kilómetros hasta el municipio de Huixtla en su tercer día de movilización, con la exigencia del gobierno para que les otorgue unidades de transporte y documentos para su regularización para evitar peligros, además para que los niños y mujeres, no continúen caminando bajo altas temperaturas y deshidratándose.
De acuerdo a las autoridades del sector salud de Chiapas, han atendido a unas 30 personas que han padecido deshidratación y golpes de calor, además que se les han formado llagas en pies de hombres y mujeres, quienes son atendidos por paramédicos de Protección Civil.
Un migrante haitiano (omitió su nombre), quien salió caminando con su familia desde Tapachula, solicitó la ayuda de las autoridades mexicanas, porque su propósito es poder llegar a la Ciudad de México, pero se han lastimado los pies, sin embargo, sigue en firme en seguir caminando para no regresar a Tapachula.
“Ayuda, que nos den buses a nosotros para llegar en la capital de México, sino un Carnet para coger un bus o para seguir, estuve tres meses sin papeles, pagando casas, sin tener que comer, no estoy trabajando, tengo necesidad”, ¡Ayuda, por Favor!
La esposa de este migrante haitiano, remarcó que necesitan mucha agua y que los dejen pasar libre, porque las cosas se están poniendo críticas en su marcha en este “Viacrucis”.
Otro de los miles de migrantes que sigue caminando a paso lento, pero no desanimado, es Milton Rolando Mejía, es migrante de El Salvador, quien ha logrado caminar unos cerca de 45 kilómetros desde Tapachula a Huixtla, le solicitó al gobierno mexicano los ayude para evitar seguir dando pasos en el pavimento ardiente en este éxodo migratorio, que apenas va comenzando y se ha convertido en un verdadero camino al infierno.
“El cansancio, llagas en los pies, muchas mujeres descalzas, mujeres embarazadas con niños en brazos, por ahí viene uno que trae como quemadito el niño, como para ellos, sería la ayuda que se pidiera el transporte, nosotros vamos pacíficamente nuestra idea es llegar tranquilamente a nuestro destino y nos den la libertad de pasar tranquilos, porque nosotros no vamos en ningún momento en hacer desorden”.
Mejía, quien viaja con su esposa, su niño y dejó de trabajar como seguridad privada, para poder brindarles un mejor futuro a su familia, en caso de llegar a la Frontera Norte.
