Carlos Sánchez NOTICIAS
El estado de Chiapas carece de infraestructura para realizar estudios de fallas geológicas que producen sismicidad inducida, reveló Oscar Alberto Castro-Artola, profesor-investigador del Instituto de Investigaciones en Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach).
Para realizar los estudios de este tipo de movimiento telúrico se requiere de una mayor cantidad de instrumentos, lo cual a la comunidad de investigadores de la universidad le es imposible costear, pues al ser sismos de bajas magnitudes se tiene que desarrollar redes mucho más cerradas, con una resolución mucho mayor.
También explicó que a diferencia de la sismicidad natural, la inducida se da principalmente cuando se extraen grandes volúmenes de cualquier material en la tierra y se deja un vacío, entonces es ahí donde se genera una presión que termina siendo un sismo de baja escala.
“Esto también se da mucho alrededor de las presas, ya que son construcciones o infraestructuras que requiere una gran cantidad de cemento de concreto para construirse y esto al final de cuentas impacta en el peso de la estructura, entonces el peso va a generar que alrededor de la presa puedan existir sismos pequeños pero que estén ocurriendo continuamente, también se sabe que cuando la presa vacía su nivel o cuando incrementan los niveles de agua, este peso influye en cómo está el esfuerzo alrededor de la presa y hace que pueda haber esta sismicidad inducida”.
También detalló que el sismo inducido tiene pocas probabilidades de afectaciones, sin embargo, al suceder el movimiento siempre en el mismo sitio y con la misma intensidad, puede ocasionar algunas grietas por ejemplo.
Cabe destacar que la alta sismicidad del estado de Chiapas se debe a que se encuentra en cinco fuentes de sismo genéticos, es decir, lo que produce los movimientos telúricos, como la subducción de la placa de cocos, volcanes como el Chichón y el Tacaná, así como el contacto con las placas Caribe y Norteamérica.
