No se cuenta con mantenimiento de las autoridades federales y estatales para atender esta zona que derrama mucho turismo, vegetación y flora
Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Enfermedades respiratorias e infecciosas, así como daños a vehículos, dan la bienvenida en la puerta de entrada de la Ruta del Café, en la perla del Soconusco, porque no se cuenta con mantenimiento de las autoridades federales y estatales para atender esta zona que derrama mucho turismo, vegetación y flora.
Los habitantes del Ejido Toluca, lamentan que no se tenga ninguna obra y mantenimiento a la altura del kilómetro 13 sobre el tramo carretero Tapachula-Nueva Alemania.
Los habitantes de la región advierten que se organizan para bloquear vías, para exigir a las autoridades que cumplan en tiempo y forma, pues el abandono de esta carretera estatal que afecta a toda la zona cafetalera solo confirma que el sello de las autoridades.
Y es que lo primero que ven los visitantes al intentar adentrarse en la zona es una densa nube de polvo, que está provocando y agudizando enfermedades respiratorias e infecciosas en la piel, como granos y diversos tipos de dermatitis que ya padecen varios habitantes, pues la obra anunciada con bombo y platillo por el gobierno, fue a abandonada desde el mes de mayo.
Además, los profundos baches y la terracería lo vuelven un camino cada vez más intransitable, que además de daños a la salud de los pobladores, perjudica a los vehículos sin que nadie se haga responsable de las reparaciones.
El abandono de la obra carretera a la altura del ejido Toluca, trae también consecuencias económicas negativas, pues hay familias cuyo ingreso depende de la vendimia del día, que se ve disminuida por las condiciones insalubres que genera el polvo.
Así que esperamos que, aunque sea por una vez, la autoridad cumpla su función por la que fue elegida por el pueblo, de llevar desarrollo a la zona cafetalera, no como está pasando ahora que se acerca la cosecha y solo hay retraso, enfermedades y carencia económica provocados por una obra abandonada.
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Enfermedades respiratorias e infecciosas, así como daños a vehículos, dan la bienvenida en la puerta de entrada de la Ruta del Café.
Foto: Sergio García