Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Foto: Sergio garcía

Villa Comaltitlán.- Enclavado entre árboles de mango y una vasta vegetación, en el ejido Zaragoza, municipio de Villa Comaltitlán, se ubica la Casa Hogar para niños, niñas y mujeres en riesgo, “El Buen Samaritano”, que, con sus carencias, asiste a más de 200 personas con alimentación, asistencia emocional, espiritual y protección.
El representante legal del sitio, Sergio Aguilar, mencionó que brindan ayuda a los pequeños en situación de calle, a adultos mayores en situación de abandono, labor que comenzó desde el 2005 y que hoy enfrenta grandes necesidades.
En ese contexto, un grupo de profesionistas de la medicina, empresarios y ciudadanos, iniciaron un proyecto de asistencia para impulsar a toda la comunidad que dependen de la casa Hogar, y que hoy, llaman a la sociedad a ser solidarios y sumarse a través de donaciones o acciones de beneficio.
Gerardo Pérez Gómez, médico de profesión señaló que la labor que realizan en la Casa Hogar es muy importante para las personas vulnerables de Villa Comaltitlán que reciben la asistencia, “Por eso hoy nos sumamos para acercar servicios de consultas médicas y brigadas de salud que se harán con otro grupo de especialistas para colaborar con ellos”.
Y es que uno de los temas más relevantes es el tema de la salud, la buena alimentación y la asistencia social, por ello el médico señaló que asimismo se organizaron para realizar con amigos empresarios talleres de aprendizaje de oficios que puedan servirle a los niños, niñas y mujeres.
Por su parte, José Juan Elibar Hernández, quien es parte del grupo de ciudadanos que se han sumado a esta iniciativa, destacó la labor que las personas de la Casa Hogar han realizado a lo largo de varios años y que además atienden también a personas de municipios aledaños.
Dentro del inicio de las actividades de apoyo, hicieron entrega de Kits de Útiles Escolares, Pañales, Apoyos Técnicos a personas con discapacidad, además de brindar los primeros paquetes de alimentos a los beneficiarios de la casa hogar.
Guillermina Solís, encargada de proyectos y talleres de desarrollo personal, señaló que uno de los retos es enseñar a los niños, niñas, mujeres y adultos mayores, algún oficio que les permita tener herramientas para ganarse la vida en algún momento “no solo vamos a buscar darles asistencia, vamos a enseñarles oficios, que sepan alguna manualidad, algún taller de costura, belleza, panadería, entre otros”.