Los pobladores aseguran que desconocen de dónde provenían las balas

Jhonatan González NOTICIAS

Durante ocho días estuvieron refugiados en la montaña. – Foto: Jhonatan González

A diez días del retorno a sus hogares de los desplazados de las comunidades Nueva Independencia, Nueva Libertad y Flores del Grijalva del municipio de Frontera Comalapa, tras la violencia generada por el enfrentamiento de dos grupos del crimen organizado, los pobladores viven con miedo y en la zozobra.
En este sentido, Arlindo López, habitante de la localidad Nueva Independencia, relata que a pesar de que las detonaciones de arma de fuego han cesado, siguen sin entender por dónde llegaron los carros los carros a la comunidad.
“Simplemente sabíamos que dos grupos criminales estaban combatiéndose, no dormimos, temíamos ser acribillados en cualquier momento. Tengo miedo por mi familia y mis hijos», apuntó.
Por su parte María Pérez, quien también es vecina de la comunidad Nueva Independencia, manifiesta que su único deseo es que su familia y las que habitan en la localidad puedan vivir en paz y que por fin se terminen los ataques armados.
“Queremos vivir tranquilamente aquí, en nuestra colonia, estuvimos huyendo con mucho miedo debido a los tiroteos, ya no queremos más tropiezos ni estar huyendo por personas que no deben estar aquí, queremos que nos den la seguridad y la paz que merecemos», detalla.
Los desplazados estuvieron fuera de sus hogares durante ocho días, buscando refugio en lugares seguros de la montaña, sin embargo, no han podido retornar sus actividades al 100 por ciento por el temor que persiste de la violencia.
Ante ello el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), señala en uno de sus últimos reportes que el desplazamiento forzado en Chiapas ha alcanzado proporciones alarmantes, las cuales se traducen en cerca de 20 mil personas que han sido obligadas a abandonar sus hogares en al menos 15 municipios como Chenalhó, Aldama, San Andrés Duraznal, Chalchihuitán, Pantelhó y San Gregorio Chamic.