Especialistas dan a conocer un método conocido como “4R” para la nutrición de las plantas

Daniela Grajales NOTICIAS

PIE DE FOTO: En Chiapas, no existe una cultura para el uso de abonos orgánicos amigables con el medio ambiente. Foto: Daniela Grajales

En Chiapas, se produce maíz, caña de azúcar, frijol, cacao, mango, y otras hortalizas, sin embargo no existe una cultura para el uso de abonos orgánicos amigables con el medio ambiente.
Científicos e investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyht), dan a conocer un método conocido como “4R” para la nutrición de las plantas, que se refiere a la fuente correcta, la dosis adecuada, el momento adecuado y el lugar correcto.
Las 4R son Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar y cada una tiene un superpoder: SúperReducir: lo primero es intentar crear menos residuos de los que generan.
Los especialistas continúan promoviendo alternativas y maneras adecuadas de fertilizar entre los agricultores de pequeña y mediana escala, debido al incremento de los costos de fertilizantes nitrogenados, desde que Rusia y Ucrania entraron en conflicto.
Cabe destacar que estas alternativas van encaminadas no solo a que la fertilización sea un procedimiento menos costoso para el agricultor, sino también para reducir o minimizar las pérdidas ambientales que tienen sobre todo el nitrógeno y el fósforo, los cuales tienen considerables repercusiones.
Los cuatro factores son los que van a definir con cuánta eficiencia el cultivo puede absorber los diferentes nutrientes, particularmente el nitrógeno, el fósforo y el potasio.
Con respecto a la fuente, estas pueden ser de dos tipos: los primeros son los fertilizantes procesados, que son los que generalmente manejan los agricultores; y los segundos son los fertilizantes de origen orgánico como los cultivos de cobertura, las leguminosas, los abonos animales, las compostas, los residuos de cultivos, e incluso, bajo ciertas circunstancias, el agua de riego.
Señalan que en México y varios países las pérdidas durante la fertilización suelen ser altas porque nutrientes como el nitrógeno se volatilizan; se estima que las pérdidas promedio de nitrógeno por volatilización son del 18 %, por lixivia (proceso por el cual los nutrientes y minerales son arrastrados por el agua) o percola (pérdida de agua hacia las capas de la Tierra).