Ana Liz Leyte NOTICIAS

Con el descubrimiento de la Reina Roja en la ciudad Maya de Palenque, la profesión de arqueólogo fue tomando fuerza, y en Chiapas, la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) ofrece esta oportunidad.
Fue en el año de 1994 cuando un grupo de arqueólogos, entre ellos, la chiapaneca Fanny López Jiménez, encontraron la bóveda funeraria de la Reina Roja, el descubrimiento más importante en la cultura maya.
“En todos los sitios que hay en Chiapas hay diversidad cultural, desde la Costa, la Sierra, aquí en la depresión central, pero que lamentablemente hay poca investigación sobre esas áreas fuera de la Lacandona, entonces, uno de los objetivos de la escuela, es ampliar esa falta de investigación”, explicó Emiliano Gallaga Murrieta, coordinador de la licenciatura en antropología de la Unicach.
Con la arqueología se busca estudiar las particularidades culturales y el desarrollo de los pueblos, tanto en Chiapas, y otras partes del país.
De acuerdo a las investigaciones, en Chiapas hay 10 centros arqueológicos abiertos al público, más de tres mil que no están investigados, y posiblemente existan más de 40 mil zonas que no se han descubierto.
“Hay un campo de investigación bastante grande y en los cuales los profesores de aquí de la escuela, tienen varios proyectos, los cuales la finalidad es empezar a atacar esas áreas que no hay mucha investigación para poder conocer y a esos proyectos se incorporan los estudiantes”, explicó Gallaga Murrieta.
El campo laboral es vasto, desde guías de turistas en zonas arqueológicas, hasta investigadores en zonas de construcción. “Para dictaminar que no existe destrucción del patrimonio arqueológico, y en caso de haber pirámides, o existir algún vestigio arqueológico, se necesitan arqueólogos para investigarlo, trabajarlo, excavar, hacer los análisis de material y se requiere personal”.
Con la arqueología se conoce la herencia, lo que nos define como mexicanos en términos generales.

PIE DE FOTO:
Con el descubrimiento de la Reina Roja en la ciudad Maya de Palenque, la profesión de arqueólogo fue tomando fuerza.
Foto: Ana Liz Leyte