Este oficio les ha permitido ser el sostén de sus hogares
Jhonatan González NOTICIAS

Por primera vez más de 150 artesanas y artesanos organizados del municipio de Amatenango del Valle realizaron la Feria del Barro, cuyo objetivo es abrir nuevas rutas de comercialización para las obras de arte que elaboran en esta comunidad tzeltal.
Paulina Jiménez Gómez representante del grupo Antsetik Spas Platones del Valle e integrante del Comité Organizador, señaló que es importante rescatar la cultura de sus abuelos que se ha perdido con el paso de los años a través de la alfarería, pues es un oficio que se ha convertido en el principal sustento para las familias.
“Para darle difusión a nuestro pueblo porque está muy olvidado, nadie lo reconoce como artesana el pueblo de Amatenango, entonces para nosotros nos ha ido muy bien, es la primera expo, gracias a Dios el día de ayer a las compañeras que estamos apoyando les fue muy bien, han vendido, les ha llegado gente”, puntualizó.
Por su parte Teresa Bautista Gómez artesana desde hace 25 años, relató que viene de una familia que se ha dedicado al 100 por ciento en la elaboración de artesanías a base de barro, por lo que participar en esta exposición es de gran importancia, ya que la población que acude a conocer los trabajos comprende el proceso que conlleva realizar cada una de las piezas.
“A mí me gusta hacer de todo, hago jaguares, palomas, gallos, ollas con jaguares y otros tipos de cosas raras. Para mí es muy importante nuestro trabajo, para que así puedan ver las personas que es lo que hacemos, que nos mantiene nuestro trabajo, porque a través del barro nosotros sostenemos a nuestras familias”, aseguró.
Cabe destacar que son más de 10 horas al día que invierten las y los artesanos para elaborar piezas de barro, sin embargo, el tema de regateo aún continúa, pues no existe la valoración de la población sobre el trabajo de rescate de tradiciones y la cosmovisión que estas mujeres y hombres realizan.
Pie de foto:
Al día invierten 10 horas para realizar piezas de barro que plasman la cosmovisión del pueblo tzeltal.
Foto: Jhonatan González