Esto tras el fin del Título 42 por lo que instalan campamentos improvisados ante la saturación de albergues

Sergio García CORRESPONSAL/NOTICIAS

Tapachula.- Grupos de migrantes de Centroamérica vuelven a saturar la Frontera Sur de México tras el fin del Título 42, por lo que instalan campamentos improvisados ante la saturación de albergues.

Las personas se encuentran acampando sobre la banquetas y calles a las afueras del Albergue “Belén”, ubicado en Tapachula, municipio colindante con Guatemala, en condiciones inhumanas por lo que han improvisado un campamento.

Donde se ha visto un aumentó de personas en los últimos días, según las personas indocumentadas.

Estas personas han ingresado a un predio privado, donde les han dado permiso para poder cocinar y bañarse, sin que pueden instalar casas de campaña.

Griselda Claros, originario de Tegucigalpa, Honduras, lleva 5 meses y 21 días viviendo a las afueras del albergue, con 18 integrantes de su familia, entre niños, adolescentes y adultos, que llegaron a la ciudad fronteriza huyendo de las amenazas de muerte de las pandillas.

“A pues aquí vivimos en la calle mejor dicho estamos durmiendo, porque en donde dormimos son en las carpas, en donde nos han dado permiso es para cocinar allá dentro, ya para estabilizar una carpa no, allá dentro podemos cocinar y lavar la ropa, de ahí más nada. No tenemos permiso para hacer una casita de nailo porque es propiedad privada, nosotros aquí en las banquetas estamos durmiendo, todas esas carpas que mira son migrantes la mayoría son de Honduras”.

Esta familia hondureña, ha improvisado un fogón artesanal, ha utilizado bambú para armar un trastero, además de colocar lazos para poder tender su ropa y ha creado cerca de una decena de casas de campaña para cubrirse del sol, la lluvia y poder pasar la noche.

Marvin Omar, es uno de los 18 integrantes de esta familia, quienes se han enfrentado a la falta de empleo, acceso a la salud, educación y al miedo a la inseguridad por la zona donde están ubicados.

De 21 años, Omar, en Honduras, trabajaba en la albañilería, pero al llegar a Tapachula, ahora tienen que buscar algún empleo de ayudante.

Francisco Javier Vaca, es migrante de Honduras y con 61 años todavía es el jefe de esta familia, quien denunció que salieron de su país, porque la delincuencia los obligó a dejar todo, porque los pandilleros les dieron 24 horas para salir de sus casas.

Javier Vaca, triste y desolado, se le cuestionó si tienen deseos de ir a los Estados Unidos con su familia.

“Dios es el que sabe, solo dios sabrá, no todavía como que no, dicen que ese artículo 42, no sé, si ya se terminó no le voy a decir, que si se, estoy desinformado, lo único que le puedo decir es que salimos por las pandillas y por eso, hemos venido a buscar la salida de mi país”.

En Honduras, su principal actividad era la pesca, pero al llegar a Tapachula, tienen que trabajar en lo que se puede.

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Grupos de migrantes de Centroamérica vuelven a saturar la Frontera Sur de México.

FOTO: Sergio García