Ana Liz Leyte NOTICIAS

Obtener una pensión y con ello, un retiro digno, es algo con lo que las juventudes no contestan, lo que significa un problema para quienes posiblemente trabajan más, pero ganan menos y por si fuera poco, tienen un futuro incierto.
La generación de los millennials (nacidos entre 1981-1996) y centennials (nacidos entre el 2000 y 2015) no tendrán una pensión para su retiro como la que disfrutan sus padres, tíos o abuelos.
“Han sido muy cortas las oportunidades que se ofrecen, ya ni hablar de una jubilación”, expresó Mario Ramos, docente en una escuela privada y millennial.
Esto tras la modificación de la Ley del Seguro Social realizada en 1997 durante el gobierno de Ernesto Zedillo en la que se pasó de un sistema de pensiones manejado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a uno cuentas individuales de los trabajadores, controladas por Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES).
“El apartado 73 era el mejor, ayudé a mi mamá en el proceso de jubilación, pero ahorita no hay muchas opciones”.
Esto ha repercutido para las y los trabajadores más jóvenes, pero también para aquellos que ya tienen más de 10 años en el ámbito laboral, quienes tienen claro que su única opción será aumentar su AFORE.
“Trabajo para una institución educativa, sí nos han dicho de manera muy clara que hay la necesidad de aportar más al Afore”.
Mario Ramos, por experiencia propia sabe que no recibirá los mismos beneficios que su madre obtuvo, por ello, sugiere además de aportar a su Afore, tener otro(s) empleo(s) o un negocio propio, además de contratar un seguro.
“Con lo de mi Afore, ya sé que es aportar una buena cantidad para que estés más tranquilo en tu vejez, pero tengo amigos más grandes que yo, que me han dicho que no va a ser muy grande lo que van a recibir y han optado por seguir trabajando ya estando grandecitos”.
Además de un seguro para la jubilación, muchas y muchos trabajadores deben contratar seguros de vida, para accidentes, incluso médicos, pues en sus trabajos no disponen de este beneficio.
Esto implica destinar recursos que se perciben actualmente para el futuro, además de tener que costear la vida diaria.
Además, quienes deciden trabajar por su cuenta, conocidos como freelancers, se encuentran aún más vulnerables, ya que su pensión depende de lo que logren ahorrar durante su vida laboral, o seguir laborando pese a la edad y a las adversidades de la vida.

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Obtener una pensión y con ello, un retiro digno, es algo con lo que las juventudes no contestan, lo que significa un problema para quienes posiblemente trabajan más, pero ganan menos.
Foto: Ana Liz Leyte