Daniela Grajales NOTICIAS

Carlos desde muy pequeño vio en la pintura una manera de expresión, de mostrar a la sociedad el otro lado de las comunidades indígenas, la vida cotidiana el amor a sus raíces, el desplazamiento por conflictos religiosos hizo que no viviera en la comunidad de donde pertenecen sus padres, sin embargo, a través de la pintura, plasma las tradiciones y cultura de ese pueblo, Zinacantán.
“Tristemente siempre digo que es triste para mi, de no haber nacido en Zinacantán, mis padres por cuestiones de conflictos religiosos tuvieron que salir de allá, entonces ya los hijos nacimos aquí en San Cristóbal yo ya no tuve la fortuna de crecer, de vivir en el campo”, mencionó Carlos de la Cruz.
Asegura que desde muy pequeño, comenzó en el arte de la pintura, fue difícil, pues en San Cristóbal de las Casa y sobre todo su familia, veían el arte como una pérdida de tiempo, no obstante, él no se desanimó, su madre lo apoyó para que este oficio fuera para él un formador en su camino de vida.
“Ha sido como una necesidad de expresarme, cuando descubrí que me gustaba pintar, desde que yo me acuerdo desde pequeño, mis papás me comentaban que yo a los dos años ya les pedía ir a la escuela, en ese entonces aquí en San Cristóbal apenas estaba llegando la educación preescolar”, agregó Carlos.
Él es maestro de profesión y pintor de corazón, en sus cuadros plasma diversos paisajes, figuras, rostros, todo aquello que ha visto durante los once años que ha incursionado en la docencia.
“Esta serie la empecé a trabajar en el 2017, finales del 16-17, donde pretendo resaltar los orígenes como dejar una huella digamos, algo más personal, no solo la temática de los niños, la técnica esto del telar”, enfatizó el pintor.
Para los niños de las comunidades indígenas ser artistas plásticos y pintores es un sueño que se puede volver realidad y es que debido a los usos y costumbres llegar a tener una profesión es más difícil, por ello, Carlos quiere contribuir a esa semilla en los infantes.
“Hay una gran desventaja, sobre todo en las niñas, porque en localidades más marginadas, ahí las niñas, lo mucho que tengan como suerte es estudiar la educación primaria, terminando la primaria, acá por las tardes doy talleres, por las mañanas soy maestro por las tardes doy talleres de dibujo, considero que es una forma muy sana de aprender e invertir el tiempo, para los jóvenes, enfocarse en actividades así recreativas”, puntualizó De la Cruz.
PIE DE FOTO:
Carlos desde muy pequeño vio en la pintura una manera de expresión, de mostrar a la sociedad el otro lado de las comunidades indígenas.
Foto: Daniela Grajales