El primer concierto de temporada inició en el Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa
KARLA GÓMEZ NOTICIAS
El primer concierto de temporada de la Orquesta Sinfónica de Chiapas (OSCH) inició en el Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa, con la participación del director invitado Alejandro Basulto y del concertista Eusebio Sánchez.
El programa incluyó obras de Ludwig van Beethoven y del propio Basulto, interpretado por un total de 49 músicos que ofrecieron un concierto que fusionó modernidad y energía vibrante.
El director de orquesta invitado y compositor mexicano, abrió el programa con la Obertura Coriolano de Ludwig van Beethoven, sonoridad que destacó por su técnica, expresividad y una interpretación intensa.
Basulto ha liderado la primera producción de ópera y campaña de recaudación, así como colaboraciones con importantes solistas, comisiones y estrenos de obras de compositores nacionales y locales, e innovadores conciertos didácticos y de divulgación.
El programa continuó con Astillas (Enérgico, Tranquilo, Furioso) también de Basulto, en la que el xilófono fue el protagonista, ejecutado con maestría por Eusebio Sánchez, destacado concertista, músico y productor originario de Monterrey.
Cada golpe de baqueta parecía una chispa que encendía el aire. No solo tocó: narró, pintó y danzó con el instrumento, convirtió su participación en una experiencia sensorial.
La velada concluyó con la Sinfonía No. 1 de Beethoven, que se desplegó como un homenaje al compositor que sigue inspirando. La orquesta se convirtió en un solo cuerpo palpitante, y Basulto supo guiarla con elegancia y vigor.
El público que llenó cada rincón del Teatro de la Ciudad, respondió con ovaciones que buscaban prolongar el último acorde.
La OSCH compartió más que un concierto, un ritual compartido: una celebración del arte que florece en Chiapas con raíces profundas y ramas que se extienden hacia el futuro. En cada nota, en cada pausa, se sintió el eco de una comunidad que respira música.
Foto: KARLA GÓMEZ
Pie de foto: La OSCH compartió más que un concierto, un ritual compartido: una celebración del arte que florece en Chiapas.