La ciudad ha tenido un crecimiento desmedido por parte del comercio informal quienes han invadido las calles y banquetas sin control alguno

Carlos Salazar CORRESPONSAL / NOTICIAS

Cintalapa.- Este miércoles personal de la autoridad local, se dio la tarea de recorrer la periferia del mercado público de esta ciudad, con el fin de reordenar a los comerciantes ambulantes.
Esta situación no fue tomada con gusto por parte de muchos que se siente el dueño de las calles, ocupando no solo una parte sino que prácticamente quieren abarcar toda la calle.
Pero lo que hace la autoridad local, en tratar de ordenar a los vendedores ambulantes, no solamente es oportuno, sino que es urgente.
Lamentablemente, Cintalapa ha tenido un crecimiento desmedido por parte del comercio informal quienes han invadido las calles y banquetas sin control alguno.
Esto genera un caos que afecta directamente a peatones, automovilistas y el orden urbano en general.
Es necesario establecer límites, como son los dos metros de puesto y un metro de pasillo, representa un intento por equilibrar el derecho al trabajo con el derecho a la movilidad y el orden.
Si bien es cierto que esta actividad para muchos es el subsistir diario, pero eso no justifica la apropiación abusiva del espacio público el cual debe ser compartido de forma equitativa y sobre todo funcional.
La resistencia de algunos comerciantes informales es natural ante el cambio que pretende hacer la autoridad local, pero urge entender que sin reglas se fomenta el desorden y se perjudica la colectividad.
El esfuerzo por regular el ambulantaje no debe verse como una imposición, sino como una oportunidad para construir una ciudad más habitable.
Ojalá que los vendedores ambulantes también entiendan que es necesario un ordenamiento para el buen desenvolvimiento de la población Cintalapaneca.

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La autoridad local, se dio la tarea de recorrer la periferia del mercado público de esta ciudad, con el fin de reordenar a los comerciantes ambulantes.
Foto: Carlos salazar