La propuesta escénica de Everth Yamil García Islas
Karla Gómez NOTICIAS

“El arte siempre ayuda a encontrarse a uno mismo. El teatro es el espacio donde podemos cuestionarnos y crear nuevas realidades”, afirma Everth Yamil García Islas, director, dramaturgo y creador escénico que ha hecho del arte dramático una vía de conexión con las juventudes. Su trabajo propone un teatro comprometido, que no busca respuestas fáciles, sino provocar una reflexión profunda en el espectador.
Con una visión ética basada en la vida y la libertad, García Islas entiende la escena como un lugar de encuentro, donde las historias abren puertas al diálogo sobre temas urgentes como la identidad, la violencia o la búsqueda de sentido. Su taller “Dirección de escena y diseño de producción: De la idea primigenia al estreno y temporada” fue seleccionado en la iniciativa Saberes sobre la escena 2024, impulsada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México a través del Centro Cultural Helénico. Este proyecto busca profesionalizar a las comunidades artísticas de Aguascalientes, Colima, Guanajuato y Tamaulipas mediante talleres que estimulen la creatividad y la formación escénica.
“Este taller resume mi experiencia y visión sobre la dirección escénica. Está dirigido a quienes buscan adquirir herramientas prácticas, desde la búsqueda de una poética personal hasta la puesta en escena”, explica García Islas. Su intención es clara: compartir el conocimiento para que nuevas generaciones encuentren su voz escénica y puedan narrar sus propias realidades.
Además de esta labor pedagógica, Everth Yamil es beneficiario del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA), con el cual estrenó recientemente Xonaqueros, del dramaturgo Rafael Pérez de la Cruz, en el Centro Dramático de Michoacán. La obra se adentra en la memoria del barrio de Xonaca, en Puebla, donde nació el director, y constituye un ejercicio de exploración social e histórica que refuerza su propuesta de un teatro con conciencia.
Formado en Ciencias de la Comunicación en la UNAM y egresado del Diplomado Internacional de Dramaturgia y Actuación del Centro Dramático de Michoacán, García Islas también fundó La Luciérnaga Teatro en Morelia. Junto con la dramaturga Verónica Villicaña, ha consolidado una compañía que apuesta por montajes accesibles e incluyentes, con una estética potente y crítica. Obras como Paisaje del amor pixelado, Respira y chuta (Mi vida en fuera de lugar) y Femininjas —esta última sobre feminicidio desde la mirada juvenil— demuestran su capacidad de conectar con públicos jóvenes a través de un lenguaje escénico integral que incorpora música, danza y deporte.
“Creemos en la importancia de hacer teatro para las juventudes y las infancias”, enfatiza García Islas, convencido de que el escenario puede ofrecer alternativas de vida. “La mejor manera de prevenir a los jóvenes es darles opciones para comprender las posibilidades de su libertad”.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: La obra se adentra en la memoria del barrio de Xonaca, en Puebla, donde nació el director, y constituye un ejercicio de exploración social e histórica.