Daniela Grajales NOTICIAS

Chiapas posee diversidad de zonas arqueológicas, entre ellas está la zona arqueológica El Lagartero, un sitio de gran relevancia histórica. – Foto: Daniela Grajales

Chiapas posee diversidad de zonas arqueológicas, entre ellas está la zona arqueológica El Lagartero, un sitio de gran relevancia histórica por su desarrollo como centro cívico, religioso y cultural dentro del área Maya, actualmente 47 piezas prehispánicas pertenecientes a esta cultura, fueron entregadas al Instituto Nacional de Antropología e Historia de Chiapas.
El 99% de dichos vestigios son cerámica como: vasos policromos, figuras zoomorfas, cajetes, molcajetes. Destacan también de manera particular el 5.5% en metales, un anillo de cobre, una pieza con la representación de un guajolote y un pendiente de cabeza de lagarto y el otro 5.5% huesos ya trabajados, cabe mencionar que estas piezas también serán registradas e inventariadas.
Se prevé que en los próximos meses realicen una exposición para que la sociedad conozca el patrimonio cultural de esa región tan importante, los estudios antropológicos indican que el lagartero comenzó a ocuparse desde el año 300 d. c.
Casi dos siglos después, El Lagartero continúa siendo un pequeño paraíso, combina la belleza natural con el interés arqueológico, afluente del alto Grijalva, produce una gran cantidad de estanques transparentes y pequeñas cascadas. Entre los cuerpos de agua permanecen los vestigios de una ciudad maya, cuyos habitantes aprovecharon hábilmente el medio acuático para crear canales, utilizados posiblemente para el riego y la defensa.
Las construcciones principales que se encuentran en este sitio son más de quince montículos, de los cuales el más grande alcanza una altura de 12 metros. Tiene un juego de pelota, el cual está en proceso de rescate, tres pirámides principales, así como varias plataformas de diferentes tamaños.
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia descubrieron cuatro colgantes prehispánicos de cobre en el sitio, siendo piezas de más de 600 años de antigüedad que presentan la forma de cabeza de lagarto, lo que confirma que el nombre de este lugar de filiación maya; en esa época debió aludir a este reptil, símbolo del inframundo para esa cultura.