
Luis Vallejo NOTICIAS

Con la llegada del mes de diciembre, la depresión invernal se manifiesta con mayor fuerza entre distintos sectores de la población, así lo advirtió el doctor en psicología Freddy Ocaña Hernández.
El especialista quien es encargado de la Clínica de Atención Psicológica de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la UNICACH explicó que esta temporada acentúa cambios en el estado de ánimo asociados a factores emocionales, sociales y económicos.
En el caso de los adultos mayores, el impacto es más notorio debido a enfermedades crónicas o degenerativas que limitan su movilidad e interacción social. “Su estado de ánimo decae porque no pueden convivir o pasear como las personas más jóvenes”, señaló.
En adolescentes, el cuadro suele relacionarse con aislamiento y dificultades para adaptarse a determinados contextos, mientras que en adultos jóvenes destacan factores económicos y afectivos.
“En enero atendemos muchos casos de personas que, después de las fiestas, comienzan a sentirse mal sin entender por qué”, explicó Ocaña.
Asimismo, precisó que la ideación suicida aparece de manera recurrente en las consultas de psicología, aunque ello no siempre deriva en intentos de suicidio.
El psicólogo también señaló que el consumismo propio de la temporada contribuye significativamente a estos estados depresivos. La llegada de ingresos adicionales, como aguinaldos o bonos, impulsa un mayor gasto que se agota en pocos días.
“Luego viene el bajón, las deudas y la llamada Cuesta de Enero. Ese contraste genera cambios emocionales fuertes, incluso sentimientos de arrepentimiento por los excesos”, sostuvo.
Agregó que otro factor que incide en la depresión invernal es la alimentación característica de estas fechas, marcada por un alto consumo de carbohidratos, azúcares y bebidas alcohólicas. Este patrón alimenticio suele derivar en aumentos de peso y malestar físico.
“Reunirse en familia es comer y compartir, y difícilmente en diciembre se mantiene una rutina saludable. Ya en enero las personas toman conciencia de los excesos”, añadió.
Para finalizar, el especialista recomendó a la población estar atenta a señales de tristeza persistente, aislamiento, irritabilidad o pérdida de interés en actividades cotidianas, y buscar atención profesional si estos síntomas se intensifican.
Foto: Luis Vallejo
Pie: Indican que en el mes de enero atienden muchos casos de personas que, después de las fiestas decembrina, comienzan a sentirse mal emocionalmente, sin entender por qué.

