“No voy a comer otro plato hasta que nos respeten”, dijo Pedro Hernández, un migrante cubano detenido en el centro migratorio en Florida.
El Imparcial

ESTADOS UNIDOS.- — Una creciente controversia envuelve al centro de detención migratoria conocido como “Alligator Alcatraz”, ubicado en los Everglades de Florida, donde migrantes detenidos aseguran estar en huelga de hambre desde hace casi dos semanas, en protesta por lo que describen como condiciones de vida deplorables.
Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) niegan rotundamente que haya tal protesta en curso.
“Noticias falsas. No hay una huelga de hambre en Alligator Alcatraz”, publicó el DHS en redes sociales.
El centro, que abrió el 3 de julio y tiene capacidad para 2 mil personas, está rodeado de pantanos y caimanes, lo que ha generado preocupación entre activistas y familias de los detenidos.
Denuncias por condiciones inhumanas
De acuerdo con la Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC), al menos una docena de detenidos están participando en la huelga.
El activista Thomas Kennedy, analista de políticas en FLIC, afirmó que desde la apertura del centro al menos seis personas han sido hospitalizadas, y este domingo se observó la llegada de ambulancias mientras se realizaba una vigilia interreligiosa.
Las principales denuncias sobre el lugar, de acuerdo con NCB News, incluyen:
● Falta de comida suficiente
● Inodoros colapsados y condiciones insalubres
● Negación de acceso a abogados
● Trato abusivo por parte de los guardias
● Negligencia médica
● Detención de personas sin antecedentes penales
El caso de Pedro Hernández
Uno de los rostros visibles de la protesta es Pedro Hernández, un cubano que llegó a EE. UU. en 2006 y fue detenido en julio de este año durante un chequeo rutinario con ICE en Miramar. Desde entonces, no ha podido regresar a casa, y su esposa, Daimarys Hernández, teme por su vida:
“Mi esposo estaba en prisión. Todos cometemos errores, pero aprendemos. Ahora temo que muera bajo custodia o lo deporten solo a Cuba”, dijo a NBC6.
En una llamada telefónica grabada desde el centro, Pedro expresó:
“Hemos tenido hambre desde el martes. No voy a comer otro plato hasta que nos respeten”.
Respuesta oficial: “Denigran a nuestros agentes”
El DHS desestimó los reportes y cuestionó los motivos de quienes los difunden:
“Estas falsas acusaciones denigran a nuestros valientes agentes de ICE, quienes ya enfrentan un incremento del 830% en ataques contra ellos”, escribió la agencia en redes sociales.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió el funcionamiento del centro en una entrevista con CBS, y aseguró que es un modelo para otros centros similares que se abrirán en Arizona, Nebraska y Luisiana.
Clamor por rendición de cuentas
Ante las crecientes denuncias, líderes demócratas locales realizaron un foro de emergencia en Coconut Grove el jueves por la noche. Una de las participantes advirtió:
“Florida ha hecho un pacto impío con la administración Trump. Las condiciones son subhumanas y causan daños irreparables”.
Mientras tanto, dos demandas avanzan en tribunales:
- Una presentada por defensores de derechos civiles, encabezados por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU).
 - Otra interpuesta por grupos ambientalistas, como Friends of the Everglades y el Center for Biological Diversity.
CNN reportó que una jueza federal admitió confusión sobre quién administra realmente la instalación, lo que podría complicar los procesos judiciales. 
PIE DE FOTO:
Migrantes detenidos aseguran estar en huelga de hambre desde hace casi dos semanas, en protesta por lo que describen como condiciones de vida deplorables.
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