En entrevista mencionó que de niño aprendió a escuchar y apreciar las melodías de la música tradicional

Isabel Nigenda NOTICIAS

Foto: Cortesía.
Pie de foto: El maestro pitero José Alejandro Burguete Sarmiento, originario de Ocozocoautla de Espinosa.

El maestro pitero José Alejandro Burguete Sarmiento, originario de Ocozocoautla de Espinosa y representante del Colectivo Jata-jama’ (padre sol), realizó el cortometraje denominado “Calendario ritual de la música zoque de Ocozocoautla”, el cual tiene la intención de salvaguardar la música tradicional por medio de la publicación de videos en la plataforma de YouTube.

Dicho cortometraje, fue realizado con el apoyo de la secretaría de Cultura y la Dirección general de Culturas Populares Indígenas y Urbanas a través de la convocatoria Tejer Puentes, Encuentro Documental de Acciones Culturales Multilingües y Comunitarias, 2021.

En entrevista, mencionó que de niño aprendió a escuchar y apreciar las melodías de la música tradicional.

“Vivía a dos cuadras del parque, y regularmente se escuchaba el tambor y el carrizo o un rezo de una danza. Mi abuela era rezandera tradicional y regularmente en los rezos había música tradicional, un tamborero y un pitero”, recordó Burguete, quien estudió la carrera de técnico en educación músical en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach). Posteriormente, cursó la licenciatura en educación artística en el estado de Guerrero.

“Al estudiar la música tradicional, desde lo académico, encontré una riqueza rítmica y melódica, ese fue mi objeto de estudio”, señaló.

Precisamente, junto a dos amigos estudiaron con atención la música tradicional, “la cual tiene mucho contexto de la suite barroca”.

“En América, la música tradicional se fusionó con la música étnica, hace 500 años, a través de la evangelización por los frailes dominicos y franciscanos”, argumentó.

De igual manera, dijo que mucho antes de adentrarse en las melodías de la flauta, de niño, soñaba en repetidas ocasiones que un cenzontle, el ave de las cuatrocientas voces, cantaba. Aquel sueño, fue interpretado por tío Toño Escobar, maestro rezandero y danzante como un signo claro que anunciaba al soñante el don para extraer melodías de la flauta.

Para Alejandro Burgete, “todos los pueblos chiapanecas, mayas y zoques tienen las mismas formas que son fáciles de detectar en su música tradicional. Primero, todos los pueblos tienen danzas, sones de danza, para un santo, para una virgen. Dos, tienen sones alabados que son retomados de los cánticos eclesiásticos, o cánticos de iglesia y muy pocos del pueblo. Tienen sones de calle, que se ejecutan en el traslado de un santo de una danza. Tienen sones zapateados que sirven para amenizar el momento, tanto dentro de la danza como al finalizar, o la parte central de la danza. Igualmente, están los sones místicos, cada pueblo tiene una parte mágica”, refirió.

Por ello, los sones rituales como el del permiso, puede llegar a poseer mayor misticismo, puesto que, conecta con la parte espiritual y el alma de los músicos y con las peticiones que se tienen que elevar con la música. “Considero que todos los pueblos tienen su son místico, y a veces el son adopta una forma inentendible”, añadió.

Finalmente, Alejandro Burguete resaltó que actualmente, el papel de la música tradicional es lo que brinda identidad a cada población.