Los cuerpos momificados pueden provenir de hallazgos fortuitos

Isabel Nigenda Noticias

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha organizado la conferencia «Las momias en México» como parte de un ciclo de siete charlas titulado «¡Momifíjate! Las momias de Guanajuato y su estatus como patrimonio cultural». El evento, realizado en el Museo Regional de Guanajuato, Alhóndiga de Granaditas, tiene como objetivo acercar al público al proceso de momificación y reflexionar sobre los componentes culturales que giran en torno a los restos humanos.
Durante la conferencia, los investigadores de la Dirección de Antropología Física (DAF), María del Carmen Lerma Gómez e Ilán Santiago Leboreiro Reyna, compartieron su conocimiento sobre las momias en México. Destacaron que los cuerpos momificados pueden provenir de hallazgos fortuitos, contextos arqueológicos, sistemas funerarios católicos o incluso de saqueos.
Lerma Gómez hizo hincapié en la importancia de no solo rescatar la historia de los restos, sino también documentar, conservar y brindarles un trato digno. Mencionó que el norte de México es una fuente significativa de información sobre el tema, citando ejemplos como la cueva de La Candelaria en Coahuila, donde se encontraron cuerpos humanos semimomificados y un zorro que se momificó debido a las condiciones climáticas. Actualmente, estas evidencias se encuentran resguardadas en la sede de la DAF en la Ciudad de México.
La conferencista también mencionó otros descubrimientos, como los cuerpos sin vida de adultos e infantes encontrados en la cueva de La Ventana en Chihuahua, y los restos esqueletizados y semimomificados hallados en la cueva del Gigante, posiblemente correspondientes a un individuo rarámuri. Además, se hizo referencia a la presencia de restos momificados asociados a las culturas ópata y rarámuri en Bavispe y Yécora, respectivamente, así como a descubrimientos en Tamaulipas, Durango, Zacatecas, Chiapas y Yucatán.
Entre los casos más conocidos se encuentran las 117 momias de Guanajuato, que se exhiben en el Museo de las Momias de Guanajuato y en el Parador Sangre de Cristo. Sin embargo, Leboreiro Reyna señaló que mantenerlas en posición vertical es un error en términos de conservación. Además, se mencionaron otras momias alojadas en el Museo de las Momias de Celaya y en el Museo Momias Hñahñus en Hidalgo.
La conferencia también abordó el descubrimiento de un entierro prehispánico en la cueva del Gallo en Tlaltizapán, Morelos, que data del periodo de 800 a.C. a 200 d.C. En este sitio, se recuperó el cuerpo momificado de un niño de entre 2 y 3 años de edad, que estaba acompañado por un perro. Actualmente, este individuo forma parte del acervo de la DAF en la Ciudad de México.
Otro caso destacado mencionado durante la conferencia fue el de la «Momia tolteca». Esta momia fue descubierta en 1889 como resultado de un saqueo en algún lugar entre la sierra de Puebla y Oaxaca. Un particular llevó la momia a Leopoldo Batres, quien la entregó al Museo Nacional para su estudio. Lo interesante de este caso es que inicialmente se informó que se trataba de un hombre tatuado en brazos y abdomen, pero estudios recientes han revelado que en realidad se trata de una mujer y que los supuestos tatuajes son en realidad escritura ñuiñe. En la actualidad, la momia se exhibe en el Musée du Quai Branly en París, Francia.
María del Carmen Lerma Gómez concluyó la conferencia destacando que la DAF cuenta con alrededor de 100 momias mexicanas de diferentes procedencias y cronologías en su acervo. Cada una de estas momias recibe un tratamiento especializado y no existe un embalaje genérico para ellas. Si bien las momias mencionadas durante la conferencia representan una parte significativa de los hallazgos en el país, aún existen muchas más que esperan ser descubiertas y estudiadas.

Foto: Cortesía. – Entre los casos más conocidos se encuentran las 117 momias de Guanajuato.