Película del cineasta Miguel Flatow fue realizada con un iPhone 11 Pro Max

Isabel Nigenda

Foto: Cortesía.
Pie de foto: “Va por Diego”, del cineasta Miguel Flatow.

En Latinoamérica y en el resto del mundo el fútbol genera una serie de emociones dentro y fuera de la cancha, terreno de juego en el que se dan cita los sueños y las lágrimas de un público dispuesto a contener segundo a segundo la respiración. Cada movimiento de los jugadores, cada acercamiento a la línea de gol, cada caída, tarjeta amarilla, cambio, minutos de reposición recrean la atmósfera perfecta para que el público emita un grito en nombre de los triunfos y derrotas del equipo.

A diario, la televisión, los periódicos, las redes sociales y cualquier otro medio vigente de comunicación especializado en generar noticias deportivas, nos mantienen al tanto de los detalles de la vida de los jugadores, aquellos que han infundado ilusiones en niños y adultos, quienes juegan en canchas improvisadas o en parques aledaños a sus viviendas con el sueño de portar una camisa de su equipo.

En muchas oportunidades, los sueños se convierten en historias, las cuales pueden pertenecer al terreno de la realidad o de la narrativa de un escritor, director y productor de cine como Miguel Flatow, quien con iPhone 11 Pro Max, un equipo de 28 de personas y un presupuesto reducido hizo la película “Va por Diego”.
Película que ha sido nombrada como ganadora en la categoría “Best Mobile Phone Fil Feature Cannes World Film Festival, France”.

La película, que se presentó en la premier dentro de la décima novena edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, refleja la historia de Pablo, un joven que después de haber perdido una oportunidad como futbolista profesional forma un equipo para ganar un premio de 100 mil pesos que le servirán para pagar la hospitalización de su hermano que fue atropellado.

En el elenco participaron: Carlos Ariosto, Ana Lilia Nucamendi, Ricardo Giorgiana, Luis Hernández y el Memo Villegas.

De acuerdo a Miguel Flatow, “Va por Diego”, es la primera película que se grabó en su totalidad en medio de la luz de los atardeceres de Tuxtla Gutiérrez. Uno de los objetivos de la película era reflejar ante la mirada de los espectadores cómo se juega el fútbol llanero.

De acuerdo a datos biográficos, Miguel Flatow, es hijo de Federico Álvarez del Toro, a los 17 años viajó a Estados Unidos y asistió al Kenyon College con una beca académica completa, donde se especializó en Dirección de Cine y Literatura. Después de la universidad, asistió al programa de maestría en escritura creativa de la Universidad de Nueva York.