Oikión Solano resalta el papel de Graciela Amador y Cuca García

Karla Gómez Noticias

En el marco del ciclo Siqueiradas, que conmemora los 50 años del fallecimiento del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros y los 100 años de la aparición de El Machete, la conferencia «Dos pilares de El Machete: Graciela Amador y Cuca García» impartida por la doctora en historia e investigadora Verónica Oikión Solano, en la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), arrojó luz sobre la importante pero a menudo ignorada contribución de las mujeres en el movimiento comunista mexicano del siglo XX.

Oikión Solano, especialista en historia y género, destacó la relevancia de aportar una perspectiva feminista en la comprensión de la coyuntura política en la que surgió El Machete, enfatizando la necesidad de contrarrestar las visiones predominantemente masculinas que han dominado la historiografía académica y testimonial hasta la fecha.

En un contexto de persistente desigualdad de género que ha llevado a la invisibilización de las mujeres en el espacio público, la investigadora privilegió la figura de Graciela Amador, también conocida cariñosamente como Gachita, y de María del Refugio Martínez, alias Cuca García, resaltando su papel fundamental en el desarrollo y difusión de El Machete, órgano periodístico emblemático de las primeras voces del comunismo mexicano en la década de 1920.

La Dra. Oikión Solano recordó que, a pesar de la tradicional desigualdad, solo cinco mujeres participaron en la fundación del Partido Comunista Mexicano, entre ellas Cuca García, cuya labor junto a figuras como Helena Torres y Estela Carrasco, fue inspirada por los ideales de los hermanos Flores Magón y el feminismo anarco-sindicalista. Graciela Amador, por su parte, se unió al partido en 1924 y contribuyó financieramente al proyecto de El Machete con los ahorros que recibía de su esposo, el propio Siqueiros.

El Machete, fundado en marzo de 1924 para difundir las actividades del Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores y Escultores de México (Sotpem), dirigido por Siqueiros, se convirtió en una plataforma para expresar las ideas estéticas y sociales del movimiento. Amador, a través de su prosa militante, utilizó la publicación como un medio para desafiar la hegemonía del arte por el arte y para denunciar las injusticias sociales propias del sistema capitalista burgués.

Foto: Cortesía.

Pie de foto: Es imperativo reconocer y valorar la contribución de estas mujeres en la historia del comunismo mexicano.