El taller, está inspirado en la leyenda maya que habla de cómo el Cocay (luciérnaga) utiliza su intuición para encontrar la piedra al Señor que lo curaba todo

Isabel Nigenda

Foto: Cortesía. – Damaris Disner.

El 5 de febrero la periodista, escritora y dramaturga Damaris Disner, impartirá el taller “Luciérnagas en el ombligo, resonancias afectivo-emocionales de adolescentes durante el confinamiento”.  

El taller, está dirigido para adolescentes entre 12 y 15 años y está inspirado en la leyenda maya que habla de cómo el Cocay (luciérnaga) utiliza su intuición para encontrar la piedra al Señor que lo curaba todo, éste lo premia dándole una luz interior.

En entrevista, Damaris Disner refirió que el taller tiene el objetivo de acercar a los y las participantes a la realización de ejercicios creativos literarios, donde las y los adolescentes puedan volcar la mirada hacia el reconocimiento de aquellas emociones que se vinculan con la incertidumbre, el miedo, la soledad y el abandono para apoyarse en herramientas afectivo-emocionales.

De acuerdo a la tallerista, la ventaja de trabajar las emociones mediante ejercicios de escritura proporciona la oportunidad de reconocer a aquellas emociones que causan desequilibrio mental, emocional, incluso físico, lo que permite observar qué pensamientos, acciones, hábitos las detonan y así hacerlos conscientes para trabajar sobre ellos y lograr controlarlos o suplirlos por otros que generen emociones de serenidad, gratitud, inspiración, esperanza, amor.

Durante el taller, los y las participantes crearán textos biográficos que darán cuenta de sus experiencias durante la pandemia, mostrando sus temores, incertidumbre, zozobra, pero también su enorme capacidad de resiliencia y valentía para ir transmutando en pensamientos positivos que les permitan describir los sucesos de aprendizaje y evolución personal.

Tras preguntarle a Damaris Disner “¿Cuáles son los alcances qué tiene la escritura en la vida de un adolescente?” ella contestó: “Un mayor conocimiento de sí mismo y de su entorno. Logra generar empatía, socialización, aumenta su vocabulario, alimenta de manera sana su autoestima, desarrolla su curiosidad porque muchas veces debe investigar significados de palabras para usar las adecuadas, sin duda, lo motiva a conocerse y a expresar cómo percibe el mundo”.

Finalmente, resaltó que la realización del taller le permitirá adentrarse en un proceso de “empatía y conocimiento de lo que ocupa la mente y el corazón de la adolescencia para generar mis propios escritos que aborden su universo, pero además nutre mi ser adulto para recordarme mi adolescencia y cómo puedo compartirles desde la madurez que dan las vivencias”.