Florencia Gómez Sántiz relata el enfoque de su búsqueda tras el cortometraje “3 días, 3 años”

Isabel Nigenda / Noticias

Foto: Cortesía. – Florencia Gómez Sántiz, cineasta.

En la primera entrega de la presente entrevista, la cineasta Florencia Gómez Sántiz narraba el proceso de ideación tras el cortometraje “3 días, 3 años”, el cual forma parte de la Sección de Cortometraje Mexicano Documental de la edición número 20 del Festival Internacional de Cine de Morelia (20º FICM) y el que empezó a rodar en compañía de su equipo en junio de 2021, terminando en noviembre del mismo año.

“Comenzamos con la edición del material y tener un avance en diciembre, trabajamos en enero, febrero y marzo para ir cumpliendo con lo requerido en la Escuela de cine, donde vivimos y realizamos también la postproducción con la colaboración y asesorías de profesores de la escuela, así que la película pasó por la etapa de corrección de color y de sonido. También nos tocó subtitular, traducir del tsotsil al español y buscar la manera de que fuese traducida los diálogos, la voz en off al inglés. Concluimos con todas las etapas de la película a mediados de 2022”, añadió.

De igual manera, en la presente entrega, la cineasta relata el enfoque de su búsqueda, el sentido que ofrece a los y las espectadores y el cual espera se anide en la visión empática de su sentir y en el espacio reflexivo de la razón.

Por ello, la cineasta comenta que junto a su equipo buscaba retratar los momentos que Elena, personaje de su película pasaba durante el ejercicio de su cargo como Síndica en San Andrés Larrainzar, municipio en el hay comunidades zapatistas y no zapatistas y en donde se firmó el Acuerdo de San Andrés.

“Por primera vez, un grupo de personas que no militan en el zapatismo, nombran a una mujer a través de un plebiscito con mucha presencia masculina, siendo Elena una de las candidatas que obtuvo más votos entre las mujeres propuestas, por eso le tocó la sindicatura. Fue un momento importante en la historia del pueblo, porque se apertura un camino para las mujeres tsotsiles de Larráinzar en la vida política del pueblo sin importar grado de escolaridad o formación política, y que ese camino que se abría debía mantenerse dependiendo del desempeño de Elena”, comentó.

Igualmente, señaló que con la película busca hablar de la desigualdad entre hombres y mujeres que viven en comunidades que conciben sus dinámicas de vida bajo la mirada de un sistema tradicional que opta por dar, en la mayoría de asuntos, a la voz masculina.

“La temática principal del documental es la participación de la mujer en la vida política en un mundo donde todavía son los hombres quienes deciden las formas de organización y asignación de cargos, se habla de las implicaciones de ser mujer tsotsil en el ejercicio de un cargo, así como la mujer en la complejidad del sistema de organización sociopolítico que mantienen de años los sanandreseros, un sistema de organización que se vincula con las tradiciones, la religión y la política y que en cada una de sus actividades están presentes más hombres que mujeres, dirigidos por ellos mismos”, argumento.

Una historia que merece ser contada

Durante la entrevista, la cineasta señaló que prefiere como herramienta de acción y de creación que ofrece el formato documental, pues le permite hablar de temas que pueden generar incomodidad o disgusto.

“Creo yo que el documental, me permite contar o abordar varias cosas en poco tiempo, aunque requiera de mucho trabajo creativo y en equipo, veo en el documental la libertad de decir lo que quizá no puedo decirle a alguien de manera verbal, además de que en el proceso de hacerlo me permite sentir, cambiar, decidir, exponer ‘mis’ ideas, conocer otras valoraciones y compartir con todo el equipo y el o la personaje la intención de hacer esa película”, compartió.

La cineasta reitera que el título de su obra hace referencia a los años de ejercicio en el cargo de Elena. Igualmente, es una frase constante que se replica en los rezos que se llevan a cabo como parte del ritual que hacen autoridades constitucionales de Larráinzar para la entrega de cargo a sus sucesores o a las autoridades nuevas que estarán en el siguiente periodo. Es un rezo que nos muestra este vínculo fuerte que hay entre la religión, las tradiciones y la vida política de los sanadreseros, además de que para Elena, un día representó para ella un año, decía que así como realizaba diversas y complejas actividades en un día, así fue cada año, días y noches trabajando comenzando desde las 4:00 am hasta las 9 o 10 de la noche, no había un horario establecido para ella porque así se ejerce el cargo en los pueblos originarios”.

¿Por qué y para qué hacer cine?

De manera contundente, la cineasta refiere que el hacer cine es necesario para visibilizar realidades.

“Desde nuestras miradas siendo miembros de un pueblo originario, se hace cine con la intención de transformar pensamientos, generar reflexiones, cambiar actitudes y mostrar otras realidades existentes desde nuestras lenguas originarias, desde nuestros sentir y pensar, desde lo que deseamos para nosotras y nosotros en este mundo a veces desigual, y porque necesitamos volver a sentir, sentirnos vivos, porque como nuevas generaciones nuestra tarea es resignificar eso que se dice que somos pero no somos, porque la miradas viene desde fuera, necesitamos resignificar temas que obstaculizan nuestro crecimiento personal o profesional, y que somos capaces de hacer cine con los pocos recursos materiales y personales con las que se cuentan en Chiapas”, compartió.

Finalmente, Florencia Gómez Sántiz, dijo que actualmente se encuentra trabajando en la producción de otro cortometraje que tiene que ver con el arte desde la perspectiva de una mujer tsotsil de Chamula.

“Y tenemos en puerta la producción de un largometraje documental que actualmente tiene el apoyo ECAMC, trabajaremos con tres mujeres, dos de ellas son tsotsiles y una tseltal”, concluyó.