Karla Gómez NOTICIAS

Bajo la dirección de Joan Alexis Robles, la propuesta escénica «Larva» se presentó con en Casa Conejo Café Cultural. En entrevista, Joan Alexis Robles, actualmente becario del FONCA en la categoría de creadores escénicos con trayectoria, compartió los detalles y la filosofía detrás de la puesta en escena.
«Larva» forma parte del proyecto de Joan Alexis Robles, que incluye la oferta de talleres largos de teatro. Fue en Telar Teatro, bajo la convocatoria de Carlos Ariosto, donde se gestó esta obra. Robles impartió un taller de teatro de máscaras durante un año, con seis meses dedicados a la formación y los otros seis a la creación del montaje.

«Todo lo que vieron es propuesta del grupo escénico. Yo solo dirijo, delimitando ciertas cosas, pero las ideas son de ellos,» comenta Robles. La finalidad del taller y del montaje es dotar a los participantes de una técnica depurada a través del uso de la máscara. «La máscara nació para dar al intérprete un conocimiento profundo de su cuerpo y su energía,» explica Robles, enfatizando la precisión y control que los actores deben tener sobre cada parte de su cuerpo, hasta los más mínimos detalles.
El origen de la máscara moderna, según Robles, se remonta al trabajo del francés Jacques Lecoq, quien, con un profundo conocimiento del cuerpo, estudió teatro para ayudar a los actores a entender su propio físico y energía. Lecoq enseñaba que cada gesto en escena es un texto en sí mismo, y la máscara actúa como una prótesis, ayudando a los intérpretes a refinar su técnica y ser conscientes de cada movimiento.

Robles subraya la importancia de la autoconciencia en el actor: «El actor o la actriz debe ser su primer público, capaz de observarse desde fuera mientras actúa, para ajustar su interpretación sin interferir en el flujo del personaje.»
«Larva» es un tipo de teatro que exige la plena atención del público. En una era donde la atención es fragmentada, Robles reconoce el desafío de mantener al espectador enfocado durante los cuarenta minutos que dura la función. «Si volteas o pestañeas, puedes perder un gesto crucial para la comprensión de la obra,» advierte.

La relación entre el público y el intérprete es, según Robles, una simbiosis. «El público se forma junto con sus creadores. El nivel de análisis y crítica del público crece con el nivel artístico de la ciudad,» dice, destacando cómo «Larva» se presta a múltiples interpretaciones, permitiendo que cada espectador construya su propia experiencia basada en sus vivencias y bagaje cultural.
«Larva» no solo es una obra teatral; es una exploración profunda de la técnica y la expresión humana, una invitación a un viaje sensorial donde cada gesto cuenta y cada espectador es parte fundamental de la experiencia.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: «Larva» forma parte del proyecto de Joan Alexis Robles, que incluye la oferta de talleres largos de teatro.