Históricamente la danza contemporánea como disciplina ha desafiado y cuestionado las normas de género tradicionales

Isabel Nigenda
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La danza contemporánea en Chiapas es un campo artístico que se ha desarrollado de manera paulatina, asimismo, poco a poco al cuadro escénico se ha ido sumando la figura masculina. En este sentido podemos mencionar como referentes masculinos a Rodolfo Cortés y entre las nuevas generaciones a Francisco Villalobos, Alex Herrera, David Serrano, Juan Morales, Mauricio Morales, quienes no solo bailan, sino que crean sus piezas coreográficas.
En entrevista Zaira Lobato, directora de la Casa de la Danza menciona que “históricamente, se les ha negado a los hombres en función de que cumplan el rol que socialmente les corresponde, mostrar sus emociones. Lo anterior sabemos que ha tenido consecuencias desastrosas. Afortunadamente, comienzan a surgir términos como nuevas masculinidades y grupos con propuestas específicas que impulsan redes de acción, encaminadas a generar rupturas, cambios y, sobre todo, formas sensibles de hacer comunidad basadas en la igualdad de género”.
En el transcurso de la entrevista, Lobato habla de las infancias, específicamente de los niños y de la importancia de que ellos se integren a una actividad artística, como la danza contemporánea, terreno artístico que la directora de la Casa de la Danza concibe como una experiencia de formación iniciática, que permite la generación del pensamiento crítico abierto a la inclusión de lenguajes actuales y propositivos.
Lobato refiere que la integración a una actividad artística, específicamente a la danza contemporánea, permite que el niño y las personas que forman parte de su contexto social, puedan realizar un ejercicio orgánico de deconstrucción, para así transgredir los límites o barreras ideológicas que se han generado entorno a los roles de género y la participación activa de la figura masculina en espacios artísticos y culturales. Lo que conlleva a una oportunidad de generar perspectivas encaminadas hacia la igualdad de género.
“Un niño que se integra a una clase de danza, aprehenderá inicialmente a reconocer las capacidades expresivas de su cuerpo en movimiento. Es decir, desarrollar su sensibilidad, reconocer sus emociones, no para negarlas ni reprimirlas, sino para gestionarlas, exponerlas y expresarlas en sus creaciones, en sus propias danzas y finalmente en su contexto social, utilizarlas como un poder en vez de una debilidad”, argumenta Lobato.
Y es que, históricamente la danza contemporánea como disciplina ha desafiado y cuestionado las normas de género tradicionales. Lo que ha permitido explorar e ir más allá de la percepción que señala que ciertos movimientos o formas de expresión son “femeninos” o “masculinos”, de esta manera los bailarines se permiten explorar y expresar su propia sensibilidad e identidad.
Por otra parte, estadísticas sugieren que los niños que se inician en el aprendizaje de la danza contemporánea pueden experimentar, en términos de comportamiento, beneficios que se relacionan con el fomento de la autoexpresión, la creatividad y la confianza en sí mismos.
En concordancia con lo anterior, Lobato menciona que la danza contemporánea como herramienta de formación inicial puede generar en los niños cambios a nivel artístico tales como: conciencia de su propio cuerpo, de los otros cuerpos y de su incidencia en el espacio, desarrollo de la sensibilidad, seguridad y presencia, capacidad para resolver problemas, desarrollo de la creatividad y desarrollo de pensamiento reflexivo para con su contexto.
Para Chiapas, la generación de semillero de bailarines de danza contemporánea, a largo plazo, representa un espacio de participación activa e inclusiva para con las infancias, lo que permite visibilizar sus necesidades expresivas y emocionales, como el fortalecimiento de la idea de creación de espacios de escucha que les permita expresarse y divulgar sus perspectivas que se relaciona con sus ideas del contexto.
En coherencia con su sentir y forma de pensar, Zaira Lobato ha diseñado un taller especial de danza contemporánea para niños entre los 6 a 10 años, el cual iniciara el 25 de febrero de 12:30 a 14:00 horas. Para mayores informes del taller, los interesados en participar podrán llamar o escribir vía WhatsApp al: 9614575616.