Este proyecto ha aplicado técnicas geofísicas no invasivas para caracterizar el subsuelo

Karla Gómez Noticias

El Proyecto Lyobaa ha marcado un hito en la exploración arqueológica de Mitla, revelando fascinantes descubrimientos sobre el pasado enterrado de esta antigua ciudad zapoteca. Liderado por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este ambicioso proyecto ha aplicado técnicas geofísicas no invasivas para caracterizar el subsuelo de Mitla, desenterrando datos cruciales sobre la temporalidad y la configuración de sus complejos arquitectónicos.

En su segunda etapa, el proyecto se enfocó en recolectar datos de grupos específicos dentro de la zona arqueológica, incluyendo los grupos del Calvario, del Arroyo y del Sur. Estos conjuntos, dispersos en la mancha urbana del municipio San Pablo Villa de Mitla, han sido objeto de una minuciosa prospección que ha permitido confirmar la temporalidad de sus estructuras y identificar deterioros en algunas de ellas.

Los resultados preliminares de esta segunda fase son reveladores. En el Grupo del Arroyo, ubicado en la zona central del sitio, se ha confirmado que data del periodo Posclásico Tardío, alrededor del año 1200 d.C. Este conjunto, compuesto por tres cuadrángulos comunicados por pasillos, revela un momento crucial en la ocupación de Mitla, aunque a diferencia de otros grupos previamente estudiados, no se observaron subestructuras.

Por otro lado, el Grupo del Sur, posiblemente el más antiguo de Mitla, se remonta al periodo Clásico (200-800 d.C.), lo que sugiere que el asentamiento se expandió hacia esta área antes de desarrollarse en otros sectores. Este hallazgo arroja luz sobre el crecimiento gradual de la ciudad a lo largo de su historia.

El Grupo del Calvario, también conocido como el Grupo del Adobe, revela una interesante mezcla de historia prehispánica y colonial. Este conjunto, rodeado por edificios modernos, muestra indicios de una plaza cuadrangular rodeada por montículos con núcleos de barro, que sugieren la presencia de un templo principal en el lado este. Sin embargo, la cimentación de una capilla católica construida en el siglo XVII presenta deterioros que requieren intervención para garantizar su conservación.

Denisse Argote Espino, arqueóloga involucrada en el proyecto, enfatizó la importancia de estos hallazgos y la necesidad de tomar medidas para preservar estos sitios históricos. Se ha informado a las autoridades pertinentes sobre los deterioros detectados, con la esperanza de que se implementen acciones de prevención inmediata, como el apuntalamiento de estructuras vulnerables.

Foto: Cortesía.

Pie de foto: Denisse Argote Espino, arqueóloga involucrada en el proyecto, enfatizó la importancia de estos hallazgos y la necesidad de tomar medidas para preservar estos sitios históricos.