Inmortalizando la realidad a través de instantáneas

Isabel Nigenda Noticias

El 19 de agosto ha tomado un lugar especial en el calendario, marcado como el Día Mundial de la Fotografía. Una fecha que celebra una de las artes con la capacidad de capturar la realidad, los sentimientos y los momentos fugaces a través de una imagen.
Esta fecha se estableció para conmemorar un hito fundamental en la historia de la fotografía: la patente del daguerrotipo, concedida al visionario artista francés Louis Daguerre.
El daguerrotipo, es un método temprano de fotografía, abrió las puertas a un mundo de posibilidades creativas y documentales. Con su invención, el ser humano podía por primera vez atrapar la esencia del mundo en una imagen tangible y duradera. Desde entonces, la fotografía ha evolucionado y se ha convertido en un lenguaje universal, una herramienta para narrar historias, comunicar emociones y preservar momentos cruciales de la historia humana.
Uno de los momentos históricos que resalta en la historia de la fotografía es la Guerra Civil Española. Agustí Centelles, un fotógrafo valiente y comprometido, se adentró en el caos de la contienda para capturar la crudeza de la tragedia. Sus instantáneas congelaron el dolor, los escombros y las vidas perdidas en ese conflicto devastador. Centelles se convirtió en un pionero del fotoperiodismo moderno en Europa, y sus fotografías, reconocidas por su impacto y autenticidad, siguen siendo un testimonio valioso de aquel tiempo oscuro.
Una de las imágenes más icónicas de Centelles es aquella tomada después del bombardeo de Lérida. En ella, una mujer de rostro angustiado, vestida de negro y sosteniendo una mantilla de encaje, se arrodilla junto a un muro gris en un cementerio. Su expresión de dolor y desesperación mientras despide a su esposo fallecido encapsula la tragedia de la guerra y la pérdida humana en una sola instantánea.
Otro fotógrafo español que dejó una marca indeleble en la historia de la fotografía es Carlos Pérez Siquier. Aunque comenzó como un fotógrafo aficionado, su intuición y creatividad lo llevaron a explorar nuevas fronteras en el arte de capturar imágenes. A través de su lente, Pérez Siquier inmortalizó la vida en el barrio almeriense de La Chanca, buscando la dignidad y la psicología de las personas que habitaban en ese lugar humilde pero extraordinario.
Pérez Siquier también tuvo un papel importante en la revista AFAL, que destacó las peculiaridades y la identidad de España a través de la fotografía. Su compromiso con su arte lo llevó a crear una serie de imágenes llamada «La playa», en la que desafiaba las representaciones convencionales del turismo y exploraba la relación de las personas con el entorno marítimo.
Su contribución a la fotografía no pasó desapercibida. Carlos Pérez Siquier ha sido galardonado con prestigiosos premios, como el Premio Internacional de Fotografía Hasselblad y el Premio Nacional de Fotografía. Su visión artística, que se adapta a los tiempos y sensibilidades cambiantes del siglo XXI, destaca su profundo entendimiento del poder de la imagen en un mundo saturado de imágenes visuales.
En su ensayo «La furia de las Imágenes», Pérez Siquier reflexiona sobre cómo la fotografía ha revolucionado la forma en que percibimos la realidad y la política en la era moderna. La fotografía ya no es simplemente un reflejo pasivo del mundo, sino una herramienta que desafía y altera nuestra percepción y comprensión de la realidad.
Foto: Cortesía.
Pie de foto: La fotografía es una herramienta que desafía y altera nuestra percepción y comprensión de la realidad.