Una adaptación llena de pasión y virtuosismo
Karla Gómez Noticias

En una fusión de arte, música y danza, el ballet «La Esmeralda» llega a los escenarios del Palacio de Bellas Artes para deleitar a los amantes de la cultura con una nueva versión coreográfica llena de emociones y virtuosismo. Esta obra, basada en la novela de Victor Hugo, relata en tres actos y cinco escenas la historia de Esmeralda, una joven gitana cuya vida se ve envuelta en una red de intrigas, pasiones desenfrenadas y redención.
Bajo la dirección de Vasily Medvedev y Stanislav Fečo, miembros destacados del Ballet Bolshoi, y con la colaboración de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes dirigida por la exbailarina Maria Seletskaya, «La Esmeralda» cobra vida con una majestuosidad sin igual.
La trama, ambientada en el París del siglo XV, sigue los pasos de Esmeralda, una joven gitana secuestrada por el jorobado Quasimodo, a petición del archidiácono Claude Frollo, quien sucumbe a una pasión obsesiva por ella. Sin embargo, el destino de Esmeralda da un giro inesperado cuando el capitán Phoebus, enterado del rapto, decide rescatarla.
A diferencia del texto original, en esta versión del ballet se nos presenta un final feliz, añadiendo un toque de esperanza y redención a la trama. Esta adaptación, además de mantener la esencia del relato de Hugo, nos sumerge en un mundo de vistosos atuendos gitanos y de gala, recreando fielmente la atmósfera del París medieval gracias al talento de la diseñadora Elena Zaytseva y la escenografía de Aliona Pikalova.
El elenco, encabezado por la primera bailarina Blanca Ríos en el papel de Esmeralda, enfrenta el desafío de dar vida a personajes complejos y emocionalmente intensos. Ríos describe su papel como exigente tanto a nivel técnico como actoral, destacando especialmente la belleza y dificultad técnica del segundo acto, donde se despliegan los pasos más impresionantes de ballet.
Para Ríos, «La Esmeralda» representa no solo una oportunidad de demostrar su destreza como bailarina, sino también un momento especial en su carrera, ya que marca su despedida de la Compañía Nacional de Danza. Tras años dedicados a la danza, decide retirarse para dedicar más tiempo a su familia y explorar nuevas facetas de su vida, como la enseñanza y la dirección.
Los directores artísticos Vasily Medvedev y Stanislav Fečo, junto con la talentosa Maria Seletskaya al frente de la orquesta, llevan al público en un viaje emocional a través de la música y la danza, mostrando una vez más su maestría en el arte del ballet.
«La Esmeralda» es una obra que no solo destaca por su impecable coreografía y vestuario, sino también por la profundidad de sus personajes y la intensidad de sus interpretaciones. Con una historia atemporal y una puesta en escena deslumbrante, este ballet promete ser una experiencia inolvidable para todos los espectadores.
Foto: Cortesía.
Pie de foto: Para Ríos, «La Esmeralda» representa no solo una oportunidad de demostrar su destreza como bailarina, sino también un momento especial en su carrera.