La procesión es una muestra viva del sincretismo cultural de Chiapas
Karla Gómez NOTICIAS

La emblemática salida de los Parachicos es uno de los momentos más esperados de la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, inundo de color y fervor las calles del Pueblo Mágico la mañana del miércoles. Miles de hombres ataviados con máscaras de madera, sarapes multicolores y cintos brillantes recorrieron el centro del municipio en un tributo a los santos patronos San Sebastián Mártir, el Señor de Esquipulas y San Antonio Abad.

Desde tempranas horas, los Parachicos se congregaron en la casa del patrón Rubisel Gómez Nigenda, desde donde inició el desfile al ritmo del tambor y el pito, rodeados de una multitud de espectadores que incluyó tanto locales como visitantes nacionales e internacionales. La procesión, una muestra viva del sincretismo cultural de Chiapas, avanzó por las principales calles del municipio hasta llegar a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, para rendir homenaje a sus patronos, en particular trasladando la imagen del Señor de Esquipulas.

Además del recorrido matutino, por la tarde los Parachicos continuaron su travesía por varias calles de Chiapa de Corzo, extendiendo el colorido espectáculo y la unión comunitaria. Con salidas programadas hasta el 23 de enero, esta celebración ha sido reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco desde 2009, consolidándose como una de las festividades más importantes de México para dar inicio al año.
Esta edición de la Fiesta Grande no solo reafirma el profundo respeto de los chiapacorceños hacia sus tradiciones, sino también la apertura al mundo para compartir su cultura.

Foto: Karla Gómez
Pie de foto: Miles de hombres ataviados con máscaras de madera, sarapes multicolores y cintos brillantes recorrieron el centro del municipio en un tributo a los santos patronos San Sebastián Mártir, el Señor de Esquipulas y San Antonio Abad.