Karla Gómez NOTICIAS

En conmemoración del centenario del nacimiento del arquitecto Abraham Zabludovsky, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble (Dacpai), rinden homenaje a uno de los más grandes exponentes de la arquitectura mexicana contemporánea.

Con más de 100 obras en su haber, Zabludovsky dejó una huella indeleble en el paisaje arquitectónico nacional e internacional. Su habilidad para manipular escalas y geometrías permitió la creación de estructuras monumentales que se erigen como hitos dentro de su entorno urbano. Su estilo distintivo, caracterizado por un manejo audaz de la volumetría y la incorporación de materiales como el concreto aparente y el cristal, ha consolidado su legado como una figura central en la arquitectura moderna.

Nacido en Bialystok, Polonia, en 1924, Abraham Zabludovsky llegó a México a la edad de tres años junto con sus padres, Raquel y David. Junto a sus hermanos Elena y Jacobo, creció en el vibrante Centro Histórico de la Ciudad de México. Su temprano interés por la construcción fue fomentado por el portero del edificio donde vivía, un albañil que lo introdujo al mundo de las obras. Zabludovsky continuó sus estudios en la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la antigua Academia de San Carlos, y comenzó su carrera profesional de manera independiente en 1950.

La primera etapa de su carrera estuvo marcada por proyectos residenciales, donde destacó por su funcionalidad y el máximo aprovechamiento del espacio. Sin embargo, su creatividad no se limitó a las viviendas. Posteriormente, Zabludovsky se volcó hacia proyectos de mayor envergadura, diseñando centros de convenciones, teatros, auditorios, oficinas públicas y embajadas, entre otros.

Un punto de inflexión en su trayectoria ocurrió en 1969 con la construcción de su propia casa. Este proyecto marcó el inicio de una nueva fase en su diseño, donde comenzó a experimentar con nuevos materiales y técnicas, incorporando elementos de la arquitectura prehispánica y logrando una monumentalidad contemporánea.

Entre sus obras más destacadas se encuentran la Casa Sacal, la Casa Zabludovsky, el Conjunto Habitacional La Cantera y el Auditorio del Estado de Guanajuato. En colaboración con el arquitecto Teodoro González de León, realizó proyectos emblemáticos como el Conjunto Habitacional Torres Mixcoac, las Oficinas Centrales del Infonavit, el Colegio de México, el Museo Tamayo y la remodelación y ampliación del Auditorio Nacional.

La capacidad de Zabludovsky para transformar el espacio público y privado definió la concepción de sus edificios, creando encuentros y ambientes diversos en cada una de sus obras. Su enfoque en la integración de valores y tradiciones arquitectónicas mexicanas con una visión moderna, ha dejado un legado que continúa inspirando a nuevas generaciones de arquitectos.

Este 14 de junio, recordamos y celebramos la vida y obra de Abraham Zabludovsky, cuya influencia perdura en cada edificio que diseñó. Su contribución a la arquitectura no solo embellece nuestras ciudades, sino que también enriquece nuestra cultura y patrimonio. En cada estructura que se erige en su honor, encontramos un testimonio de su ingenio, su dedicación y su pasión por la arquitectura.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto: Celebrando un siglo de arquitectura innovadora.