Al Señor de Tila se le conmemora durante cuatro ocasiones, las cuales son: el 15 de enero, durante la Semana Santa, la fiesta de la Santa Cruz y Corpus Christi

Isabel Nigenda NOTICIAS

Foto: Cortesía.
Pie de foto: Santuario del señor de Tila.

En el sureste mexicano, entre los límites de las Montañas del Norte y la Llanura Costera del Golfo de México, se encuentra el municipio de Tila, espacio geográfico que es el centro ceremonial del venerado Cristo Negro, o Señor de Tila.

En el Santuario del señor de Tila, el cual se encuentra sobre una pequeña colina, anualmente, se congregan cientos de peregrinos choles y de diversos lugares de México, quienes realizan filas para ingresar. Estando cerca de la imagen, mediante velas y plegarias le solicitan favores al cristo, el cual es considerado milagroso.

De acuerdo al cronista de Venustiano Carranza, Juan Martín Coronel Lara, al Señor de Tila se le conmemora durante cuatro ocasiones, las cuales son: el 15 de enero, durante la Semana Santa, la fiesta de la Santa Cruz y Corpus Christi.

Según el cronista, frente a la colina está el cerro de San Antonio, en cuya cima se encuentra una cueva, donde según diversos relatos de tradición oral apareció la imagen del cristo, al cual bajan y le construyen una iglesia.

Precisamente, tras visitar la imagen en el santuario, algunos peregrinos realizan el ascenso por el cerro de San Antonio hasta llegar a la cueva, donde hacen rituales y raspan la tierra, aquella pequeña extracción es disuelta en agua y es ingerida, puesto que se considera que tiene propiedades milagrosas.

El cronista Martín Coronel Lara, hace mención de un ritual previo. Anualmente, cada 14 de enero una comparsa de devotos de algún punto de Tila, otorgan en modo de ofrenda al Cristo toallas, pelucas, aceites, entre otros ornamentos que son entregados al sacerdote, quien se encarga de limpiar completamente la imagen.

Aquel ritual, cumple la función de conmemorar un episodio crucial para la imagen la cual cambia de color.