Karla Gómez  NOTICIAS

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha iniciado una nueva fase de conservación en el Edificio I de la Zona Arqueológica El Tajín, un monumento emblemático del municipio veracruzano que alberga vestigios únicos de la civilización totonaca. Este trabajo es parte de un esfuerzo continuo para preservar los elementos decorativos de este sitio, afectados por fenómenos naturales y actos vandálicos recientes.

Desde 2021, el Edificio I ha sido objeto de atención especializada debido a los graves daños que provocaron el huracán Grace y un incendio en 2022. Estas catástrofes afectaron de manera significativa los acabados decorativos, considerados únicos dentro del conjunto arqueológico. Para reparar estos daños, un equipo multidisciplinario de expertos en restauración, arqueología y otras áreas, junto con trabajadores locales, se ha dado a la tarea de devolverle su esplendor original.

El Edificio I, cuya construcción se remonta al siglo X, está ubicado en el área conocida como Tajín Chico, al norte de la icónica Pirámide de los Nichos. Esta zona ha sido objeto de interés arqueológico desde los trabajos pioneros de Agustín García Vega en la década de 1930. Fue en esa época cuando se identificaron por primera vez las estructuras clave, y en 1939, el arqueólogo José García Payón lideró una serie de intervenciones que culminaron en el descubrimiento de la pintura mural de los edificios I y K.

Uno de los momentos más importantes en la historia de la conservación del Tajín Chico se dio durante el Proyecto Tajín (1991-1992), dirigido por el destacado arqueólogo alemán Jüergen Brüggemann. En este esfuerzo, se rescataron numerosas estructuras, entre ellas el Edificio I, cuyas cinco etapas constructivas o de remodelación han dejado un legado de taludes, tableros, escalones y murales que reflejan la riqueza decorativa del sitio.

En los últimos meses, el INAH ha intensificado los trabajos de conservación del Edificio I, destacando la reposición completa de la cubierta, renovación de dados y postes de soporte, así como la fumigación de la estructura para prevenir el deterioro causado por plagas. Todos estos trabajos se llevan a cabo bajo la estricta supervisión del personal especializado.

Es importante aclarar que la pintura mural del Tajín Chico, y específicamente la del Edificio I, no es un hallazgo reciente, como erróneamente se ha afirmado en algunos medios de comunicación. Su descubrimiento data de los trabajos arqueológicos realizados desde el siglo pasado, y su conservación ha sido una labor constante por parte del INAH a lo largo de los años.

Con estas acciones, la Secretaría de Cultura reafirma su compromiso con la protección del patrimonio cultural de México, asegurando que joyas arqueológicas como El Tajín continúen siendo un legado para las generaciones futuras, frente a los embates del tiempo y la naturaleza.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto: Con estas acciones, la Secretaría de Cultura reafirma su compromiso con la protección del patrimonio cultural de México.