El escritor Edi Maber Suárez Rodas, aborda los inicios del cine en la capital de Chiapas

Isabel Nigenda NOTICIAS

Foto: René Araujo.
Pie de foto: “Radiografía de los cines en Chiapas”, del escritor Edi Maber Suárez Rodas.

Según el escritor Edi Maber Suárez Rodas los inicios del cine en la capital del estado de Chiapas pueden ubicarse desde 1903 a 1908. Dicho dato, se encuentra consignado en su más reciente publicación “Radiografía de los cines en Chiapas”.

De acuerdo al autor, la idea del libro surge mediante una llamada de un amigo, quien le sugiere hacer un libro acerca de los cines. Exactamente, de aquellas salas e imágenes cinematográficas que yacen en los recuerdos de la niñez.

“Raúl Rincón, chiapacorceño y Félix Santaella, fueron los personajes que realizaron algunos esfuerzos por difundir el cine en la capital chiapaneca. En 1905, llegó a Tuxtla la compañía Campana, y el público pudo ver por primera vez acciones de la guerra ruso-japonesa”, menciona el autor durante la entrevista.

Escuchar al escritor Edi Maber Suárez, permite habitar, en aquellos espacios en los que se proyectaron películas a blanco y negro. Comenta el autor, que aquellas películas fueron traídas en 1908 por la empresa Adams-Sanabria, dirigida por Emanuel Adams y Antonio Sanabria (sic).

Igualmente, señala que, por aquel mismo año, llegó la empresa Garcia Marinez-Aguilera con cortometrajes a blanco y negro.

“Las primeras películas que se exhibieron en el Teatro del Estado, en un espacio cerrado, fueron “Can-Can” y “El beso”. El Teatro del Estado, es actualmente el Teatro Francisco I. Madero. Uno de los principales promotores en los años 20 ‘s fue el tuxtleco Daniel Zebadúa, quien prácticamente, hasta 1927 y 1928, desiste de seguir exhibiendo películas en el Teatro del Estado y se trasladó a San Cristóbal de Las Casas para fundar el Teatro de las Casas o el Teatro Daniel Zebadúa”, refiere.

Con pericia, el autor habla y resalta algunos sucesos de manera cronológica. Por ello, refiere que “en 1917, existió el cine tuxtleco, el cual fue promovido por Manuel Marroquín, un empresario tuxtleco. Luego vino el cine provisional que operó de 1936 a 1939”.

En medio de aquellas fechas históricas, es imposible no imaginar las miradas fijas de los chiapanecos en “grandes paredes” y “mantas semi-sucias”, que fueron transformándose hasta conformar la geometría de las pantallas grandes de los cines añorados como el Cine Alameda, el cual, según el autor, fue creado el 6 de diciembre de 1940, al igual que el Cine Rex, creado en agosto de 1953. Por consiguiente, el Cine Parroquial surgió entre 1958 y 1960.

“El Cine Parroquial, trataba de ayudar con funciones para beneficio de la parroquia de Guadalupe. Habría que enmarcar también que existió el Cine Coliseo, en 1951 y cerró sus puertas en 1968. Este cine fue el antecedente de lo que fue el Cine Vistarama Tuxtla, creado en 1970”, argumenta.

Entre los datos compartidos por el autor, se encuentra la melodía de la marimba, la cual “hasta antes de 1932 y 1933, las películas en Chiapas eran amenizadas con marimba en vez de pianola”, melodías que acompañaban la algarabía y la alegría de aquellos chiapanecos que se reunían para amar, soñar, compartir y observar con ojos maravillados aquel invento novedoso como lo era el cine.

Edi Maber Suárez, resalta que “a principios 1903 a 1917, no se pagaba como tal un costo por ver una película. Como venían compañías cinematográficas y exhibían sus películas, en el centro de la capital, en la plaza y en las ferias de los barrios, nada más se realizaba una cooperación voluntaria. Pero conforme se hizo en un establecimiento, las entradas llegaron a costar 20 centavos, 15 centavos y con el paso del tiempo fue incrementando de 50 a 1 peso y de 20 pesos hasta 25 pesos”.