El especialista español ofreció la conferencia Deordenar la colección en el Munae

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Cortesía. – En el marco de la exposición Vicente Rojo por Vicente Rojo.

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través del Museo Nacional de la Estampa (Munae), presentó la conferencia del historiador del arte Aitor Merino Martínez, Desordenar la colección, en la cual dio un panorama de los cambios que el director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), Manuel Borja-Villel, llevó a cabo durante su gestión de 2008 a 2023.
La charla se llevó a cabo en el marco de la exposición Vicente Rojo por Vicente Rojo. Retrospectiva gráfica 19268-2020, aprovechando la estancia en México del especialista español, quien afina detalles de su tesis de doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Merino comentó que las colecciones en los museos del mundo se organizan generalmente a través de tres criterios: cronológico, geográfico y temático, a los cuales no escapaba el MNCARS. A su llegada en 2008, Borja-Villel hizo todo lo contrario -por lo que se dijo- que llegó a “desordenar la colección”, tanto para su exhibición de obras de autores de diversas naciones, épocas y estilos, obras originales y reproducciones supuestamente “un aparente caos”, dijo.
De entrada, Borja-Villel elaboró el catálogo de la colección del museo en tres tomos de 500 páginas cada uno y declaró: “Frente a las interpretaciones normativas de la modernidad nos declaramos herederos de relatos históricos alternativos, excéntricos y ambiguos, como los de Aby Warburg”.
Y es que, para su proyecto de museo, Borja-Villel retomó las ideas de Aby Warburg en su proyecto Atlas Mnemosyne, pero también de André Malraux y su proyecto El museo imaginario (1947), y de Marcel Broodthaers y sus ideas acerca de El museo del águila.
De ellos aprendió el director del MNCARS a equiparar las obras de arte y llegó a la conclusión de que “ninguna obra es más importante que otra, ni una zona geográfica, ni un artista es más relevante que otro, así fueran las obras de arte de la colección de Picasso, Dalí o Miró, que una taza, una postal, una revista. Estos referentes, con sus ideas, ponían obras de hombres y también de mujeres, algo que era inusual en tiempos pasados y así formaron las primeras tendencias feministas en el arte”, consideró Merino.

Museo vivo, formativo y, sobre todo, incluyente

Además, durante esos 15 años de “desordenación de la colección”, Manuel Villel implementó cambios en las salas y reordenó varias de ellas dando relevancia a obras de mujeres y sin puntos de vista eurocéntricos. “Por ejemplo, ya no hay salas exclusivas donde solamente se exponga una obra, por ejemplo, El Guernica, de Picasso, y en otra una de Mark Rotko, y nada se exponía en la misma sala. Ahora hay salas donde se equiparán las obras y se incluyen muchas otras tendencias, nacionalidades, técnicas y autores, aunque sean desconocidos”.
Asimismo –explicó– se implementó un programa de adquisiciones con recursos del gobierno que se abocaron a reunir grandes cantidades de carteles que estuvieron en las calles, por ejemplo, de las manifestaciones más importantes en la historia reciente de España, así como revistas y todo tipo de artículos que refieren “el uso mercantilista del arte, por ejemplo, de El Guernica”.
“Hoy todas esas ideas, incorporaciones, adquisiciones, las exposiciones temporales implementadas y las propias colecciones hacen del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía el recinto que es, uno de los más importantes del mundo, y el público del país y del mundo lo han comprendido así”, añadió.
Esa etapa del museo –dijo– podría no ser una transición propiamente dicha, sino un impasse, un proceso de reordenación de los acervos y una preparación del público para retomar, y aceptar, en 2023, todo ese acervo y ponerlo a disposición del público, haciendo del recinto un museo vivo, formativo y, sobre todo, incluyente.
Baste decir –recordó finalmente– que con las ampliaciones que se hacen en la actualidad al MNCARS, que próximamente tendrá cinco plantas, será el más grande de Europa y de gran parte del mundo, inclusive que el Museum of Modern Art (Moma) de Nueva York. Y la gestión de Manuel Borja-Villel, podríamos decir, consistió en preparar al museo para una nueva etapa que comenzó precisamente en 2023.