El Día de Ramos se celebra con la intención de conmemorar la entrada de Jesús a Jerusalén

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Isabel Nigenda. Pie de foto: Tejedores de palmas.

Es Domingo de Ramos, día en que los tejedores de palmas, provenientes de la comunidad de Aguacatenango, municipio de Venustiano Carranza, se resguardan bajo los corredores de sombra de la Catedral Metropolitana de San Marcos.

El clima fresco y los días de tregua de la pandemia ofrecen a los feligreses el avistamiento de los colores y las formas provenientes de largas hojas de palma verde o amarilla, que entre las manos hábiles de los tejedores de palmas adoptan las formas de cruces, cáliz, el Espíritu Santo y entre otras formas que según el tamaño son vendidos a 10 pesos o 35 pesos.

De acuerdo a las festividades de la fe católica, el Día de Ramos se celebra con la intención de conmemorar la entrada de Jesús a Jerusalén, momento escrito en la biblia como el día en que una multitud de creyentes dispusieron un camino de ramas de palma a Jesús, quien entró a Jerusalén montado sobre un asno.

El Domingo de Ramos es una fecha importante para los creyentes, puesto que marca el fin de la Cuaresma y señala el inicio de la Semana Santa, tiempo en el que se celebra la pasión, crucifixión, muerte y resurrección de Jesús.

De igual manera, a este día se le conoce como Domingo de Pasión, puesto que, durante la celebración eucarística se lee el relato completo de la pasión de Jesús, durante el inicio de la misa las palmas se elevan y en el acto son bendecidas. Muchas familias conservan y ubican las ramas de palma en las puertas de los hogares con el objetivo de refrendar su devoción.

Tras el paso de este día, los feligreses conservarán las palmas hasta el próximo año. A inicios de la próxima cuaresma, algunas familias entregarán las hojas de palma a la iglesia, con el fin de que estas sean incineradas para crear la ceniza que se utilizará en el “miércoles de ceniza”.