Arzobispos pidieron a la feligresía realizar evitar las aglomeraciones y atendiendo responsablemente las medidas sanitarias de prevención
Daniela Grajales / NOTICIAS
Se acerca el mes de diciembre y una de las celebraciones en la iglesia católica es el de la Virgen de Guadalupe y el nacimiento del niño Dios, pero esto ha cambiado, las reuniones en iglesias ya no son posibles como antes, por lo tanto, arzobispos de Chiapas pidieron a la feligresía realizar celebraciones creativas a la Virgen de Guadalupe, evitando las aglomeraciones y atendiendo responsablemente las medidas sanitarias de prevención.
“Les pedimos que celebremos a la Virgen de Guadalupe con creatividad, evitando las aglomeraciones. Que cada grupo, barrio, organización y movimiento celebren esta fiesta, en su respectiva parroquia, templo o en la propia casa, con toda la devoción y cariño que le tenemos a Nuestra Señora (de Guadalupe)”.
Dicho documento está firmado por monseñor Jaime Calderón Calderón, obispo de Tapachula; Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, Obispo de San Cristóbal de Las Casas; José Luis Mendoza Trejo, Obispo auxiliar de Tuxtla; Monseñor Luis Manuel López Alfaro, Obispo auxiliar de San Cristóbal de Las Casas; y Monseñor Fabio Martínez Castilla, Arzobispo de Tuxtla.
Estas autoridades eclesiásticas destacan la presencia de la pandemia, por lo que piden no bajar la guardia, atendiendo responsablemente las medidas de prevención y a su vez cuestionan sobre lo que se ha aprendido de esta realidad, qué es lo que Dios quiere de nosotros y cómo nos hemos comprometido, ya que la pandemia ha evidenciado las debilidades, así como ha hecho brotar la fe y la solidaridad.
“Insistimos de todo corazón que promuevan hacer su altar familiar a la Virgen de Guadalupe, donde toda la familia se encuentre de manera más personal e intensifique el rezo del santo rosario y esto se manifieste en el servicio amable y generoso a los más necesitados. La mejor ofrenda a la Virgen de Guadalupe es imitar su cercanía a sus hijos necesitados, los pobres, los presos, los migrantes y los enfermos”.
Finalmente el documento pide a los sacerdotes y diáconos organizar, con su equipo de pastoral, celebraciones cálidas y llenas de creatividad que aviven la fe del pueblo tan necesitado de cariño y consuelo.
“Procuren acercar las celebraciones a los barrios donde se junten los hermanos, escuchando lo que el papa Francisco nos ha pedido: ‘Ser una Iglesia en salida’. Potenciando el recurso de la piedad con los novenarios o decenarios”.