Ubicado donde actualmente está el templo de San Francisco
El Heraldo de México
Los exploradores que llegaron con Hernán Cortés a Tenochtitlán iban de sorpresa en sorpresa. Si antes ya habían quedado estupefactos con el sistema de canales de la capital mexica, su asombro se multiplicó al contemplar la impresionante colección de animales que tenía.
Instalados cómodamente en lo que se conocía como “Totocalli”, cientos de aves, peces, felinos, cánidos y más animales de mar, tierra y cielo, eran tratados con mimo por más de 600 sirvientes, todos dedicados a hacer placentera la vida de los integrantes de la colección.
¿Cómo era el “zoológico” de Moctezuma?
Existen numerosas referencias a la colección de animales del emperador mexica que, a diferencia de los modernos zoológicos dedicados a la investigación y exhibición de especies, al parecer fungía como un espacio del que se extraían diversas materias primas para la elaboración de tocados y escudos.
“Los mayordomos guardaban las diversas aves águilas, ibis, tordos, pericos amarillos, pericos chicos, pericos grandes, faisanes. Y están todos los varios artistas con su trabajo: los artesanos del oro, de la plata y del cobre, los trabajadores de la pluma, pintores, cortadores de roca, trabajadores de mosaicos de piedra verde, talladores de madera. Cuidadores de animales silvestres, mayordomos, quienes guardaban a todos los animales silvestres: jaguares, lobos, leones de montaña, linces”, relata fray Bernardino de Sahagún.
Ubicado en donde actualmente se alza el templo de San Francisco, a pocos metros de la Torre Latinoamericana, esta colección de animales tenía seis secciones bien divididas: una de ellas dedicada a las aves cantoras, otra a las de presa, una más a los grandes felinos, como tigres y pumas, otra con lobos y coyotes, un herpetario y una especial, dedicada a los animales ligados a alguna deidad, como jaguares y quetzales.
Según las Cartas de relación escritas por Hernán Cortés, solo de las aves se encargaban 300 especialistas, entre los que destacaban veterinarios especializados, algo que dejó impactado a los europeos.
“Había salas grandes y bajas, todas llenas de jaulas grandes de muy gruesos maderos muy bien labrados y encajados, había leones, tigres, lobos, zorras y gatos de diversas maneras”, detalló el extremeño.
Una cuestión de lujo
De acuerdo con diversos investigadores, como Alicia Blanco, una colección como la que tenía Moctezuma pudo tener varios significados, siendo el principal demostrar la gran riqueza que poseía el huey tlatoani de la Gran Tenochtitlan.
No se descarta que haya sido también un sitio en el que se cuidaban animales considerados valiosos por sus pieles, plumas o carne, además de tener un carácter de recreación para el emperador y sus invitados.
¿Qué pasó con el zoológico de Moctezuma?
Como muchos de los prodigios que vieron los europeos a su llegada a Tenochtitlán, el Totocalli fue destruido durante la guerra de conquista, causando una pérdida irreparable tanto a la ciudad como a la historia.
“La ciudad había sido en su mayor parte arrasada, ya por el hierro, ya por el fuego, y que de los principales pocos habían sobrevivido. De las casas de placer, donde según dijimos, estaban encerrados varios géneros de cuadrúpedos, fieras y diferentes aves, nos ha informado que están edificadas con amenos jardines dentro de la ciudad, sobre el agua misma, y no en la tierra firme, como otros habían dicho.
“Asimismo, ha hecho referencia a los alaridos quejumbrosos de los leones, tigres, osos y lobos cuando se quemaban con las mismas casas y del lastimoso pillaje de todo aquello. Mucho se tardará en reconstruir las aludidas casas, que eran todas de piedra desde sus cimientos, rodeadas de pinos y edificadas a manera de fortines”, detalla en su crónica Pedro Mártir de Anglería.
Al quedar convertido en un solar, el terreno queda bajo la jurisdicción de Hernán Cortés quien, como era devoto de San Francisco de Asís, decide cederlo a esta orden que instala, posteriormente, su mayor templo en la América continental.
¿Había humanos en el zoológico de Moctezuma?
Aunque en la actualidad nos parezca aberrante, en el zoológico de Moctezuma es probable que se exhibieran personas con distintas deformidades e incluso a algunos que tenían condiciones como el albinismo.
Sin embargo, según los relatos del propio Cortés, sus moradores no eran tratados como esclavos, sino que incluso llevaban mejor vida que, por ejemplo, los soldados que cuidaban el lugar.
La exhibición de seres humanos no era privativa del México precolombino ni de esa época. Baste recordar que, por lo menos hasta mediados del siglo 19, en Londres y París se exhibía a esclavos capturados en África, mientras que los freak show fueron un entretenimiento bastante popular en Estados Unidos hasta mediados del siglo pasado.
Foto: Cortesía.
Pie de foto: ¿Qué pasó con el zoológico de Moctezuma?