Karla Gómez NOTICIAS
En una emotiva ceremonia realizada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), rindieron un homenaje póstumo al poeta, traductor y editor Héctor Carreto, quien falleció el pasado 29 de enero. Este acto de reconocimiento se convirtió en un espacio para celebrar la vida y obra de un destacado representante de la poesía mexicana.
Karen Villeda, titular de la CNL, subrayó el impacto perdurable de Carreto, no solo en el ámbito nacional sino también internacional. Destacó su habilidad para inspirar a jóvenes escritores a través del programa de Becas Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para Cultura y las Artes (Fonca), y resaltó el carácter singular del poeta: “La memoria de Héctor Carreto vivirá en sus versos, en sus traducciones y en el corazón de todos aquellos que tuvimos el privilegio de conocer su obra y, sobre todo, su espíritu, humorista siempre”.
Mijail Lamas, poeta y traductor, recordó la publicación de ¿Volver a Ítaca? en 1979, un poemario que marcó el inicio de una importante trayectoria. Lamas hizo énfasis en la forma distintiva de Carreto de alejarse de la solemnidad en su poesía, situándolo dentro de una tradición que incluye a poetas como Renato Leduc y Salvador Novo. “Al leer la poesía de Héctor Carreto podemos intuir que él pertenece a un linaje de poetas que huyen de la expresión tiesa y solemne”, comentó Lamas.
Iván Cruz, también poeta, destacó la habilidad de Carreto para el epigrama, un estilo en el que el homenajeado demostró un notable dominio. “Carreto ha construido una obra que ha conjuntado la antiquísima tradición poética del epigrama, junto con los más variados tópicos mitológicos y de la cotidianeidad actual”, indicó Cruz.
Carmen Nozal, con su lectura de los poemas “Subasta” y “Leónidas”, subrayó el sentido del humor y la ironía presentes en la obra de Carreto. Según Nozal, la ausencia de solemnidad en su poesía y su sentido lúdico fueron características definitorias de su estilo: “El sentido lúdico nunca lo abandonó”.
Armando Alanís recordó el gusto de Carreto por la brevedad, un rasgo que se refleja tanto en su poesía como en sus minificciones. Este gusto por lo conciso y el ingenio caracterizaron su producción literaria.
Dana Gelinas, esposa de Carreto, compartió un detalle íntimo sobre la génesis de su afición por la literatura. Reveló que los cómics de su infancia influyeron en su escritura, un vínculo que se manifiesta en obras como El testamento de Clark Kent (2015). Gelinas explicó que, para Carreto, la literatura clásica no era un territorio de terror erudito, sino un universo accesible y familiar que descubrió a través de su pasión por los cómics.
La ceremonia también incluyó una interpretación musical a cargo del compositor Manuel Velázquez González Durán y el pianista Rodrigo Tinajero, quienes presentaron una selección de piezas que fueron del agrado de Carreto, incluyendo Dvylika II, Exile, Dvylika VIII, On the Top of a High Mountain y Dvylika IX, Hermit.
El homenaje no solo celebró la vida de Héctor Carreto, sino que también reafirmó el lugar especial que ocupa en la literatura y la cultura, un legado que continúa inspirando y emocionando a quienes tuvieron el privilegio de conocer su obra.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: El homenaje no solo celebró la vida de Héctor Carreto, sino que también reafirmó el lugar especial que ocupa en la literatura y la cultura.