El evento, reunió a destacados expertos y amantes de la literatura

Isabel Nigenda Noticias

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) continúan enriqueciendo la escena cultural de México al promover la discusión y reevaluación de tres figuras literarias icónicas en el evento «Ruralidades en Bellas Artes: Rulfo, Garro y Arreola». La Sala Manuel M. Ponce del majestuoso Palacio de Bellas Artes se convirtió en el epicentro de la literatura mexicana, donde se celebró un conversatorio que arrojó luz sobre las obras y legados de Juan Rulfo, Elena Garro y Juan José Arreola.
El evento, presentado por la coordinadora nacional de Literatura, Karen Villeda, reunió a destacados expertos y amantes de la literatura. Entre los invitados se encontraban Sara Poot Herrera, directora de UC-Mexicanistas; Hernán Lara Zavala, escritor, ensayista y promotor cultural; Luz Elena Gutiérrez, académica e investigadora; la poeta y narradora Carmen Boullosa y Eduardo Antonio Parra, escritor y ensayista.
Hernán Lara Zavala, uno de los participantes destacados del conversatorio, expresó su honor al formar parte de este evento y la importancia de discutir, desmenuzar y reevaluar tres pilares de la literatura mexicana: «El llano en llamas» de Juan Rulfo, «Los recuerdos del porvenir» de Elena Garro y «La feria» de Juan José Arreola. Zavala destacó cómo estos tres autores trabajaron juntos, formando un grupo literario singular en el panorama literario mexicano, con Arreola como una especie de maestro para los demás.
La académica e investigadora Luz Elena Gutiérrez trajo a colación la infancia de Elena Garro en Iguala, Guerrero, como elemento crucial para entender la génesis de su narrativa. Mencionó que, aunque se discute si Garro puede considerarse una autora arraigada al entorno rural mexicano, sus recuerdos de la infancia en esta localidad son la materia prima que moldeó su mundo literario.
Elena Garró Navarro, la autora de «Los recuerdos del porvenir», recibió reconocimiento y premios por su obra, que comenzó a escribir en la década de 1950 y que, según la leyenda, intentó quemar antes de que viera la luz. Gutiérrez reveló que fue Octavio Paz quien insistió en su publicación, lo que contribuyó a que se convirtiera en una obra fundamental de la literatura mexicana.
Eduardo Antonio Parra, escritor y ensayista, exploró la relación entre su ciudad natal y las pequeñas localidades que inspiraron a Rulfo, Garro y Arreola. Sostuvo que estos tres autores representan una etapa de transición en la literatura mexicana, marcando un cambio hacia la representación de la vida urbana en lugar de la rural.
Carmen Boullosa, poeta, ensayista, narradora y dramaturga, se propuso la tarea de volver a leer las obras de estos tres autores, no para imitar su estilo, sino para explorar la atmósfera y el paisaje que dieron vida a sus obras. Boullosa los consideró como guardianes míticos con tres cabezas feroces, cada una representando una faceta única de la literatura mexicana.
Finalmente, Sara Poot Herrera, escritora, académica e investigadora, analizó los temas complejos que abordan las novelas de Rulfo, Garro y Arreola. Destacó que, a pesar del paso del tiempo, estos temas siguen siendo relevantes, como la migración en Jalisco, el crecimiento de las ciudades y la denuncia social.

Foto: Cortesía.
Pie de foto: Un Conversatorio sobre Rulfo, Garro y Arreola.