Un testimonio de resiliencia y esperanza

Karla Gómez NOTICIAS

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, bajo la dirección de Alejandra Frausto Guerrero, ha reportado un significativo avance del 89.1% en la reconstrucción del patrimonio cultural afectado por los sismos de 2017. Esta restauración, una de las mayores empresas culturales del país en los últimos años, es el resultado de un esfuerzo colaborativo entre la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), autoridades eclesiásticas, comunidades locales y los gobiernos de diversos estados afectados.

El impacto de los sismos de 2017 dejó más de tres mil recintos dañados, muchos de ellos templos que son el corazón de sus comunidades. Para abordar esta emergencia, el Gobierno de México ha destinado una cifra histórica de más de 10 mil 200 millones de pesos a través del Programa Nacional de Reconstrucción en el ramo Cultura.

Entre las obras más destacadas se encuentran casi cuatro mil piezas de arte sacro, incluyendo pinturas, esculturas, campanas, retablos y murales, todas de gran valor histórico y artístico. Estas piezas no solo representan un patrimonio tangible, sino también el alma y la identidad de las comunidades.

En Chiapas, Guerrero y Tlaxcala, la restauración ha sido concluida, marcando un hito en el proceso de recuperación. En Puebla, 187 obras están en marcha con una inversión de 794.2 millones de pesos, alcanzando un avance del 88.7%. El Estado de México reporta 35 obras con un 97.1% de avance y una inversión de 137.2 millones de pesos.

Oaxaca, el estado con mayor número de recintos afectados, ha visto la realización de 301 obras con una inversión de 945.9 millones de pesos. En la Ciudad de México, se están llevando a cabo 146 obras con un avance del 88.5% y una inversión de 479.5 millones de pesos. Morelos, por su parte, cuenta con 178 restauraciones en proceso con una inversión de 844.5 millones de pesos, alcanzando un 84.4% de avance.

Este notable progreso no habría sido posible sin el arduo trabajo de más de 46 mil empleados de la construcción, quienes han trabajado codo a codo con especialistas en restauración, arquitectos y miembros de las comunidades locales. Estos esfuerzos no solo han sido fundamentales para la restauración física de los bienes culturales, sino también para la revitalización del espíritu comunitario y la creación de empleo en las regiones afectadas.

Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura, ha enfatizado que la emergencia no se considerará superada hasta que se entregue el último inmueble restaurado. Las comunidades que ya han recibido de vuelta sus tesoros culturales lo han hecho con un profundo sentido de cariño y esperanza. El compromiso es concluir todas las obras antes del fin de la actual administración, asegurando que cada rincón del país recupere su patrimonio cultural.

Más allá de la restauración física, estos trabajos representan una prevención ante futuros desafíos en la conservación de bienes culturales. Cada pieza restaurada, cada templo rehabilitado, son símbolos de la resiliencia y la esperanza del pueblo mexicano, que lucha por proteger y celebrar sus invaluables riquezas culturales.

México se erige hoy como un ejemplo mundial en la conservación y recuperación del patrimonio cultural, demostrando que, incluso en las adversidades más grandes, la cultura y la historia pueden ser restauradas y preservadas para las futuras generaciones. Este esfuerzo no solo embellece nuestro presente, sino que asegura que la herencia cultural de México siga viva, vibrante y llena de significado para los pueblos que la custodian.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto: Esta restauración, una de las mayores empresas culturales del país en los últimos años.