KARLA GÓMEZ NOTICIAS

El Museo Nacional de la Estampa (MUNAE), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en colaboración con La Nana, Laboratorio Urbano de Arte Comprometido, presenta el ciclo de cine Murales en movimiento con Leopoldo Méndez y Gabriel Figueroa, como parte de la exposición Leopoldo Méndez: de la estampa al mural en movimiento. Esta iniciativa busca tender puentes entre la tradición del arte gráfico y el cine mexicano de la primera mitad del siglo XX, dos expresiones artísticas que encontraron en la figura del pueblo su motivo central.
El ciclo se llevará a cabo todos los jueves, del 4 de septiembre al 2 de octubre, a las 17 horas, en el espacio cultural La Nana. A lo largo de cinco semanas, el público podrá disfrutar de algunas de las películas más representativas del cine nacional posrevolucionario, filmadas por el célebre cinefotógrafo Gabriel Figueroa, en las cuales el artista Leopoldo Méndez colaboró con propuestas visuales y conceptuales. Se trata de una selección que permite apreciar cómo las artes visuales dialogaron con el séptimo arte para construir una identidad nacional.
La programación incluye títulos fundamentales: Río Escondido (1948), de Emilio “El Indio” Fernández, que abrirá el ciclo el 4 de septiembre; Pueblerina (1949), el 11 de septiembre; Un día de vida (1950), el 18 de septiembre; El rebozo de Soledad (1952), el 25 de septiembre, y La Rosa Blanca (1961), que cerrará el ciclo el 2 de octubre. Estas cintas forman parte de un corpus fílmico en el que la estética de Figueroa y los trazos de Méndez coincidieron para representar de manera digna, heroica y profundamente humana a la sociedad mexicana.
La exposición que acompaña este ciclo recupera también la relación de Méndez con otras producciones emblemáticas como Vámonos con Pancho Villa y La rebelión de los colgados. En todas ellas es posible advertir la forma en que la gráfica del fundador del Taller de Gráfica Popular aportó una dimensión plástica a los relatos cinematográficos, ampliando su fuerza expresiva y política.
La colaboración entre Leopoldo Méndez y Gabriel Figueroa trascendió el simple trabajo conjunto: ambos compartían una visión estética e ideológica que buscaba rescatar la esencia del pueblo mexicano, su cotidianidad y sus luchas, para proyectarlas en imágenes potentes y cargadas de sentido social. Así, los murales, las estampas y el cine convergieron en un mismo horizonte de creación comprometida.
Dirigido a un público de 15 años en adelante, el ciclo Murales en movimiento ofrece una oportunidad única de reencontrarse con el legado artístico y cinematográfico que forjó la identidad cultural de México en el siglo XX. La cita para el inicio de este recorrido será el 4 de septiembre con la proyección de Río Escondido, protagonizada por María Félix en el papel de la maestra rural Rosaura Salazar, un personaje que encarna la resistencia y la esperanza frente a la opresión del caciquismo.
FOTO: KARLA GÓMEZ
PIE DE FOTO: Cine y gráfica en diálogo en el MUNAE.