Espacios de comunicación y vínculo social
Karla Gómez NOTICIAS

El Museo Tamayo se convirtió en un espacio de reflexión y diálogo en torno a la función social de los museos y su relación con las comunidades, durante el foro El museo como verbo, organizado por la Coordinación Nacional de Artes Visuales del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL). Este encuentro se llevó a cabo en el marco del Día Internacional de los Museos y el 44 aniversario del recinto sede.
El evento contó con dos mesas de diálogo en las que expertos y curadores debatieron sobre los retos contemporáneos que enfrentan estas instituciones culturales para mantenerse relevantes y conectadas con su entorno social.
La primera mesa, El museo como esfera pública y social, reunió a Marisol Argüelles, directora del Museo de Arte Carrillo Gil; Rosela del Bosque, curadora asociada del Museo Jumex; Xavier de la Riva, director del Laboratorio Arte Alameda; y Abril Zales, curadora en jefe del Museo Tamayo, con la moderación de Víctor Palacios, curador en jefe del Museo de Arte Moderno.
Palacios abrió la conversación planteando una inquietud recurrente en el mundo del arte contemporáneo: la desconexión entre los museos y su entorno inmediato. Reconoció que las instituciones suelen ir «varios pasos atrás» en responder a las demandas sociales actuales, por lo que invitó a repensar la función del museo con creatividad e imaginación para evitar estancamientos.
Por su parte, Marisol Argüelles destacó que la pandemia puso en evidencia la importancia de los museos como espacios de comunicación y vínculo social. Xavier de la Riva abogó por el riesgo y la innovación en las propuestas curatoriales para fortalecer el diálogo con la comunidad. Abril Zales introdujo el concepto de “porosidad” para definir al museo como un espacio permeable que permita el intercambio dinámico con el público. Finalmente, Rosela del Bosque enfatizó la necesidad de autocrítica y mencionó el papel que los espacios independientes de arte juegan al adoptar lógicas distintas a las institucionales.
La segunda mesa, Desafiar el presente: la construcción de narrativas críticas, fue moderada por Christian Gómez, jefe de Programas Públicos del Museo Tamayo, y contó con la participación de Andrea Torreblanca, directora del Museo Tamayo; Miguel López, curador en jefe del Museo Universitario del Chopo; y Tobias Ostrander, curador adjunto de Arte Latinoamericano en la Tate Modern.
Andrea Torreblanca destacó el impacto del museo no solo en esferas sociales y políticas, sino también en la psique colectiva, proponiendo verlo como un agente micropolítico capaz de actuar en múltiples dimensiones y promover la pluridiversidad cultural. Tobias Ostrander compartió la experiencia de la Tate Modern al replantear la organización de su colección a 25 años de su fundación, evaluando diferentes formas de presentar sus obras para reflejar mejor una visión transcultural y diversa.
Por último, Miguel López relató cómo el arte jugó un papel fundamental en la reconstrucción democrática en Perú, durante un período de conflicto armado y dictadura, destacando el uso de los espacios públicos para visibilizar la violencia y promover procesos de recuperación social.
Este foro en el Museo Tamayo dejó claro que los museos, lejos de ser espacios estáticos, son verbos en constante movimiento y transformación, con la capacidad de generar impacto social, político y cultural en sus comunidades. La reflexión colectiva sobre su función y relación con el entorno es vital para seguir reinventándose y manteniendo su relevancia en la sociedad contemporánea.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: La reflexión colectiva sobre su función y relación con el entorno es vital para seguir reinventándose.