Nulman destacó que los paisajes de Landesio muestran la singularidad de cada entorno natural

KARLA GÓMEZ NOTICIAS

El Museo Nacional de San Carlos (MNSC) se convirtió en escenario de reflexión sobre la vida y obra de Eugenio Landesio (1810-1879), pintor italiano considerado el gran representante del nacionalismo mexicano del siglo XIX. En la apertura del coloquio Eugenio Landesio: ecos en torno a su legado, el historiador del arte y documentalista Alberto Nulman Magidin afirmó que el artista “es autor de una obra excepcional y original, en la que no solo se ve la naturaleza, sino el alma mexicana”.

La conferencia magistral titulada La mano poderosa de Landesio, impartida por Nulman desde España vía Zoom, formó parte de la programación de la exposición Eugenio Landesio. Las lecciones del arte, que permanecerá abierta hasta el 14 de septiembre en el MNSC, bajo la coordinación del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

Nulman destacó que los paisajes de Landesio muestran la singularidad de cada entorno natural y, al mismo tiempo, reflejan los ideales liberales que marcaron el siglo XIX en México. “Debemos verlo como un pintor nuestro, un pintor mexicano cuyas obras son eminentemente mexicanas, aunque su origen haya sido europeo”, señaló.

El especialista recordó que, a pesar de su talento, el pintor fue relegado durante un siglo, más por razones políticas que artísticas. Sin embargo, en el México moderno ha sido rescatado como un referente central en la construcción de una identidad pictórica nacional. Landesio llegó al país en 1825 para impartir cátedra en la Academia de San Carlos, y desde ahí sembró las bases de lo que más tarde se conocería como el mexicanismo en el arte.

Durante la inauguración del coloquio, el director del MNSC, Jorge Reynoso Pohlenz, subrayó que el encuentro académico se organiza en dos vertientes: la primera se concentra en la figura de Landesio como artista y docente europeo que influyó en generaciones de pintores mexicanos; la segunda busca establecer puentes entre su obra y el presente, preguntándose qué resonancia puede tener la pintura decimonónica en el arte contemporáneo.

Reynoso enfatizó que el paisaje, aunque suele percibirse como un género apacible, en realidad está cargado de tensiones históricas y políticas. “El caso de Landesio lo demuestra: llegó a México en un momento de fuertes conflictos entre liberales y conservadores, y sus pinturas de paisaje no están desligadas de estas disputas”, afirmó.

El coloquio continuó con mesas de análisis como El paisaje como proyecto moderno: arte, academia e identidad en la formación de la nación mexicana y Territorios expandidos: el paisaje como dispositivo pedagógico, estético y crítico en las prácticas del arte contemporáneo, donde especialistas discutieron cómo el legado de Landesio sigue dialogando con el arte actual.

A casi siglo y medio de su muerte, el nombre de Eugenio Landesio resuena con más fuerza en la historia cultural mexicana. Su pintura, que fundió técnica europea con sensibilidad local, no solo inmortalizó paisajes, sino que contribuyó a trazar la identidad de un país que buscaba mirarse a sí mismo en medio de la modernidad y la lucha política.

FOTO: KARLA GÓMEZ

PIE DE FOTO: Su pintura, que fundió técnica europea con sensibilidad local, no solo inmortalizó paisajes, sino que contribuyó a trazar la identidad de un país.