Caleidoscopio de virtuosismo en el MUNAL

Karla Gómez Noticias

La esencia pictórica del arte mexicano se expande hasta el último aliento de mayo en el Museo Nacional de Arte (MUNAL), donde la exposición «Rodrigo Pimentel (1945-2022). Transmutaciones» despliega un viaje caleidoscópico a través de cuatro décadas del virtuosismo del pintor michoacano. Un caleidoscopio de 73 obras, que como estrellas fugaces, tejen el lienzo de su legado.

En una conversación efímera pero reveladora, Renata Blaisten, curadora de la muestra, destaca la maravillosa inmersión del artista en la mitología mexica. Desde sus primeros trazos, el arte prehispánico fue el fuego que avivó su alma creativa. En cada pincelada, Pimentel resucita a dioses dormidos, desde el imponente Tezcatlipoca hasta la materna Coatlicue, tejedora de serpientes.

Blaisten, como una guardiana del conocimiento ancestral, revela la devoción de Pimentel por el misterio de los orígenes mexicanos. Sus ojos se nutrieron de las formas talladas en piedra, sus manos se empaparon con los colores de antaño. Cada guache y óleo es un viaje en el tiempo, una comunión con la historia grabada en los muros de los museos.

La exposición se despliega en tres núcleos temáticos, cada uno una puerta hacia la esencia de México. En «Orígenes», los dioses emergen como titanes en un cosmos de emociones, donde Tláloc, el dios de la lluvia, se revela en su dualidad. El color estalla como un fuego sagrado, encendiendo la pasión en cada espectador.

Pero más allá de los dioses, Pimentel encuentra la esencia de México en sus paisajes, sus volcanes, y sus máscaras. Cada obra es un espejo en el que nos vemos reflejados, una melodía ancestral que resuena en nuestro ser.

En el marco académico de la exposición, la investigadora Andrea Paasch desvela los misterios del monolito de la Coatlicue, piedra sagrada que ha inspirado a generaciones de artistas mexicanos. Desde los trazos de Saturnino Herrán hasta la visión vibrante de Rodrigo Pimentel, la diosa madre se erige como un símbolo de la identidad mestiza, una amalgama de mitos entrelazados en el lienzo de la historia.

Foto: Cortesía.

Pie de foto: Las puertas del Museo Nacional de Arte se abren como un portal hacia el alma de México.