Daniela Grajales / NOTICIAS

Don Sósimo García, recorre las calles de la capital para ofrecer sus tradicionales Nieves artesanales, comenta que lleva 66 años elaborando este delicioso producto. – Foto. Daniela Grajales

En la capital chiapaneca hay un personaje muy conocido, “El Juchi”, su nombre es Don Sósimo García, quien a sus 85 años de edad aún recorre las calles de esta ciudad capital para ofrecer sus tradicionales Nieves artesanales, comenta que lleva 66 años elaborando este delicioso producto.
Limón, guayaba, fresa y vainilla son algunos de los sabores que ofrece en sus establecimientos, sin embargo, él aún prefiere salir a dar la vuelta con su peculiar triciclo amarillo.
Dice que los recorridos que hace a diario, le sirve para ejercitarse, y es que al ver a este señor, es un roble, fuerte y sobre todo con esa actitud que lo caracteriza.
El tiempo pasa, y lo ha sabido aprovechar muy bien, pues está compartiendo con su hijos y nietos una gran herencia, el valor del trabajo, y sobre todo una tradición gastronómica.
“Esto va a quedar para la historia, porque somos un personaje bastante conocido, con la mitad de Tuxtla yo vendía en la preví, vendí muchos años, 10 años, me fui a la prepa uno 40 años ahí por la torre”.
¿Quién no conoce a este personaje?, como él se describe, es muy popular, y este viernes nuevamente deja huella, al acompañar a una de sus nietas, quien abrió una sucursal más, cerca del parque 5 de Mayo (12 oriente, esquina 3a norte); las personas que pasaban por ahí, no podían evitar no saludarlo.
“Juchi, adiós, hey don Juchi”, le gritaban.
Su puntualidad para asistir a las escuelas es una de sus prioridades, siendo las 12 del medio día este hombre, con sombrero en mano emprende vuelo, dice que lo sigue haciendo porque le gusta su trabajo.
Muchos pensarían que su avanzada edad es impedimento para salir a rodar el triciclo, pero para él, esto es motivo para ejercitarse y sobre todo continuar socializando.
“Seguimos con fuerza y salud para salir a vender”.
El Juchi es muy platicador, al atender a su gente siempre va con una sonrisa y con amabilidad pregunta qué sabor quiere, que barquillo y bueno, la sencillez que lo caracteriza ha hecho que la gente lo quiera.
Políticos, gobernadores, artistas y muchas personalidades de Tuxtla lo conocen, cuando comenzó lo hacía en carretilla, y su peculiar sobrenombre “el juchi”, se lo pusieron en la prevo, narra que habían unos muchachos que eran los juchis, (eran de Tapana) he ahí donde le empezaron a decir juchi también.
“Ellos estudiaban en la Prevo y siempre venían a tomar nieve conmigo y me decían: ¿Cómo estás Juchi?, y todos los oían y me empezaron a decir “Juchi” y ahí quedó el sobrenombre”.
Concluye que su popularidad es gracias a que los alumnos de distintas escuelas a donde él llegaba a vender, ahora ya han crecido, y los hijos son quienes piden las nieves.
“Vamos donde El Juchi, queremos nieve” porque lo oyen de la mamá o el papá, los que estudiaron La Prevo y en la Prepa 1”.