Les pidieron que se trasladaran al albergue Jesús El Buen Pastor con la promesa de otorgarles empleo en unos días
Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Tapachula.- Autoridades mexicanas desalojaron y levantaron un campamento de migrantes de origen ruso, hondureños, venezolanos, de El Salvador y otros países que estaban acampando en un área verde cercana a las afueras de la oficina de registro de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), a quienes les pidieron que se trasladaran al albergue Jesús El Buen Pastor con la promesa de otorgarles empleo en unos días.
Otro campamento donde permanecían migrantes venezolanos cerca de las inmediaciones de las oficinas de la subdelegación del Instituto Nacional de Migración (INM), fue desalojado esta misma semana.
En este operativo de desalojo de los indocumentados, participó la dirección de Relaciones Internacionales y Desarrollo Transfronterizo y Protección Civil quienes retiraron casas hechas de nylon, cartón, de lonas, restos de alambres y pedazo de madera, sin que se registrara ninguna acción de violencia o confrontación.
Previo al retiro de los migrantes, el pasado martes el personal de la dirección de Relaciones Internacionales y Desarrollo Transfronterizo, acudió a notificarles a las familias para que desarmaran sus casas hechizas y se llevaran y se trasladaran al albergue.
Un migrante de Venezuela, que recogió lo poco que le queda, pidió a las autoridades locales y estatales, que les puedan otorgar un empleo, porque no están pidiendo nada de regalado.
Dilver Enrique Contreras, migrante de Honduras, es la segunda ocasión que pedirá la solicitud de refugio en la COMAR, por lo que estaba viviendo en ese campamento que estuvo alrededor de dos años establecido en esa área verde donde decenas de migrantes vivieron de manera temporal esperando sus procesos de COMAR y citas de CBP ONE.
La migrante venezolana, María Urueta, denunció que al refugio donde los iban a llevar tratan mal a las personas como si fueran animales, por lo que ahora han quedado a la deriva y en la calle, en el caso de esta suramericana, fueron cuatro adultos y cuatro menores, mientras que otros grupos de migrantes están en la misma situación.
“Nos engañaron, nos dijeron que supuestamente los iban a llevar a un refugio que para estar bien y ni comida había, señor, así que la gente tiene que hablar con la verdad, tratan a los migrantes como si fueran animales y nosotros no somos animales porque la vida da muchas vueltas quizás hoy estamos aquí y ustedes mañana allá y eso es malo, eso es lo que quería decir”
PIE DE FOTO:
En este operativo de desalojo se realizó sin que se registrara ninguna acción de violencia o confrontación.
Foto: Sergio García